Marzo es un mes de celebración para Andrés Orellana y el equipo de La Niña. El pasado 19, cumplieron su primer aniversario -en su hermosa casona miraflorina a un paso de la Huaca Pucllana- festejando con amigos como los colombianos Laura Hernández Espinosa y Juan Pablo Castiblanco (La Sala de Laura), Gabriela León y Alonso Palomino (Lady Bee) y Jorge Muñoz. Los recuerdos de lo vivido son dichosos: la participación en el concurso de coctelería World Class, los distintos pop ups (tanto en casa como de viaje al extranjero) y, la cereza del pastel, la visita del ícono gastronómico Ferran Adrià.
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NUEVAS EXPERIENCIAS
“Fue una sensación de volver a soñar. Un regalo [...] Nos permitió darnos una sacudida y decirnos ‘se vienen grandes cosas’. Nos dio unas pequeñas palabras de aliento”, recuerda Orellana.
Y llegan nuevas experiencias a La Niña. Recientemente, el restaurante lanzó sus desayunos lo que implicó crear una nueva carta, un nuevo servicio y ampliar el horario. Este producto, junto con Pizza de La Niña, les permite tener un equilibrio. “Toda esta parte romántica del restaurante es hermosa, pero hay una parte de negocio que también necesita ser cubierta. La hemos explorado, hemos aprendido a saber llevarla y nos gusta porque son retos en los que te envuelves en el día a día”, explica el chef.
SENTADOS A LA MESA DEL DESAYUNO
¿Y cómo es un desayuno en La Niña? Busque una mesa larga (para toda la familia y amigos) preferiblemente en la fresca terraza. El buen sabor, la variedad y la abundancia son las características principales. Sigamos los consejos del chef: “no recomendamos un plato sino que haya dos o tres”. Acá hay para satisfacer los antojos de todos: salados y dulces, sánguches tradicionales peruanos y platillos clásicos del extranjero, cafés y jugos.
Difícil escoger un favorito; pero si de sánguches se trata, no te pierdas el roast beef (perfecto para compartir) ni el clásico pan con butifarra. Entre los platillos con huevos, nos quedamos con los benedictinos (con una suave salsa holandesa) y la salchicha huachana (que viene acompañada con tostadas).
¿Con antojo dulce? Puedes ir desde unas tostadas francesas (con frutas de la estación), kekes (de plátano o zanahoria), un chocolatoso brownie o un fresco tiramisú. Para beber, están las bebidas clásicas del espresso y slow bar (con cafés de especialidad de Bisetti, de Villa Rica) además de ocho jugos o alguno nuevo si propones hacer tu propia combinación.
Si buscas una opción vegetariana, está el campesino capresse (delicia de mozarella), la tortilla de papa o las tostadas de masa madre con champiñones salteados y salsa guacamole. Todo esto (y más) lo encuentran en el mismo local o a través de Rappi. “Tenemos una sabrosa carta de autor para el desayuno, por así llamarla. Es como si te cocinara un cocinero que te gusta en casa”, comenta.
LLUVIA DE IDEAS
Frente a la mesa bien servida, Andrés Orellana va lanzando nuevas ideas. Un brunch La Niña -con su firma caracterizada por el uso de insumos locales y sabores peruanos- y a precio fijo es algo que le ronda la cabeza. “Hay que diseñar bien el producto, ponerlo atractivo y creo que, si se impulsa, algo bueno se puede lograr”, predice. En tanto, para mayo ya anuncia nuevo menú degustación. Siguen los motivos para festejar ¡Y que cumplan muchos años más!
Dirección: Av. Angamos Oeste 598, Miraflores.
Horario: lunes a sábado, de 7 a.m. a 12 m. Y de 4 a 7 p.m.
Reservas: 922 816 262.
App: También los encuentran en Rappi (zona de Miraflores).
Instagram: @laninalima
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