En la casa de los Obando no es raro encontrar a sus miembros repitiendo una y otra vez con tono infantil palabras como preciosa, princesa, lebubu, chiquitita, hijita, entre otros. Se trata de los apodos que ha recibido una perrita que adoptaron el pasado 17 de octubre y cuyo nombre oficial es Dakota Obando Villagarcía.
“Ella es la niña de la casa”, dice Jaime Obando mientras sostiene a Dakota en brazos y conversa con un vecino.
Dakota tiene 8 meses de edad y sabe de sobra lo que es ser amada, pero no siempre fue así.
A mediados del año pasado, un grupo de rescatistas de animales fue en busca de un perro que habían visto en muy mal estado deambulando por las calles de Chorrillos. Nunca lo ubicaron, pero en su lugar encontraron a una cachorrita que estaba ciega, flaca y tan temerosa que no se dejaba atrapar. Al huir, se chocaba contra lo que hallara en el camino. Finalmente consiguieron agarrarla y fue llevada a un albergue, donde la sanaron, esterilizaron y bautizaron como Lobita.
Una vez que Lobita se recuperó al 100%, fue puesta en adopción y pasó a formar parte del grupo de Wufs que aparecen en la página de WUF (wuf.pe), una asociación sin fines de lucro que busca generar consciencia sobre la realidad de los perros abandonados en el Perú y que ofrece las herramientas necesarias para combatir el problema y así hacer de la adopción la mejor alternativa.
Se busca mejor amigo
A inicios de octubre, Daniela Obando decidió que quería adoptar (wuf.pe/adopta) a un perro. Sintió que ya había cumplido con el año y medio de luto por su perro Chichito, una mezcla de Shitzú con Pequinés que había fallecido a los 15 años de edad.
“Me interesaba darle una oportunidad a otro perrito. Me gusta la idea de darle amor y felicidad a un animal que ha sufrido bastante, ellos lo saben y son muy agradecidos por ello”, comenta Daniela.
Esta joven veterinaria había invertido tiempo buscando en Internet albergues que le permitieran visitar a los perros, pero no había tenido suerte para obtener respuesta. Hasta que se topó con la plataforma de WUF. Ingresó a su página de adopciones y no tardó en enamorarse de la carita de Lobita.
“Pasa mucho que hay gente que, finalmente se anima a adoptar pero sólo quiere cachorritos. Por otro lado están quienes sólo buscan perros de raza. No es fácil encontrar cachorritos para adoptar, lo mejor sería darle la oportunidad a perros adultos. Yo hubiese querido adoptar dos, uno mayor y uno más joven, pero mis papás sólo aceptaron a Lobita, que tenía 5 meses”, dice Daniela sobre la perrita a la que hoy llaman Dakota.
Para el padre de Daniela, el Sr. Jaime Obando, Dakota es un miembro más de la familia.
“Es como si siempre hubiera estado con nosotros, se integró con mucha facilidad. Es muy alegre, siempre nos recibe con abrazos y me acompaña mucho. Son 8 kilos cargados de cariño”, dice el Sr Obando, quien la saca al parque todas las mañanas a las 6 a.m.
“No me parece que sea necesario comprar mascotas, habiendo tantos animalitos buscando hogares. Ellos son tan nobles, reciben con tanto cariño cuando uno llega a casa, sin importar la raza o el tipo que sea. Dakota es la niña Dakota”, agrega el Sr. Obando.