Que tu perro escarbe el jardín tiene varios significados. El veterinario Juan Manuel Lajara nos comenta que, en el caso de las hembras, lo hacen cuando inician la labor de parto y quieren preparar el lugar, cuando tienen un desarreglo hormonal o retienen restos de placenta después de dar a luz.
Los machos, en cambio, pueden rascar el piso o pasto con las patas delanteras cuando desean esconder algo, si sienten el olor de algo enterrado, cuando presentan un trastorno compulsivo, están desnutridos o si desean escapar del lugar.
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El veterinario José Luis Díaz nos aclara que el rascado del piso en los perros es un comportamiento heredado de los lobos. Al friccionar la patas con la superficie, dejan impregnadas feromonas que son sustancias químicas secretadas para provocar comportamientos específicos en otros individuos, por lo general, de la misma especie.
También puede ser una manera de demarcar territorios o las zonas que frecuenta diariamente. Al igual que dejar sus feromonas, los machos más dominantes demuestran su fuerza en el piso tratando de clavar ligeramente las uñas y marcando sus huellas. A más fuerza de las garras, más fuerte es el perro.
Escarbar con las patas traseras es señal de dominancia. Así que si dos machos se encuentran en el parque y empiezan a hacerlo, es posible que se preparen para una posible pelea.
En resumen:
- Instinto. Rascar la tierra del jardín es una práctica normal de los perros para esconder un juguete o un alimento. Siempre tratarán de hacerlo sin que otros canes lo vean.
- Parto. Las hembras rascan el piso entre 15 y 20 días antes del parto para buscar zonas en las que puedan dar a luz. Lo hacen también en las alfombras, mantas o en sus propias camas.
- Juventud. La conducta puede presentarse desde la pubertad temprana, a partir de los 5 meses.