El gigante de la moda ‘retail’, Zara, lleva más de dos décadas trabajando en reducir el impacto medioambiental de su actividad en el mercado de la moda. Ahora, ha hecho público un manifiesto que recopila los retos y objetivos que la cadena se ha propuesto cumplir de aquí al 2040.
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2022
Para este año, Zara se ha propuesto que al menos el 50% de todos sus artículos comercializados estén fabricados según estándares de Join Life, etiqueta que agrupa prendas cuyos materiales y procesos de fabricación sean de carácter sostenible. Además, que el total de sus operaciones sean realizadas con energía de fuentes renovables.
2023
En 2023, propone que las fibras celulósicas para la fabricación se producirán de acuerdo a rigurosos estándares medioambientales, así como el 100% del algodón utilizado será de origen orgánico o reciclado.
En cuanto al embalaje, como parte del programa Green to Pack, serán más sostenibles, reduciendo la cantidad de materia prima usada para facilitar su reutilización o reciclaje. Siguiendo el programa, también rediseñarán el embalaje para eliminar totalmente los plásticos de un solo uso y, a la par, el residuo generado en sus instalaciones.
2025
En el 2025, reducirán el impacto del agua al 25% en todos sus procesos de fabricación, tanto de obtención de fibras como en la elaboración de prendas. Además, todo el lino y el poliéster utilizados serán de origen sostenible y reciclado.
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2040
El principal compromiso a cumplir en el 2040 será alcanzar la neutralidad climática: cero emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) o compensar las que se emitan en la atmósfera mediante una transformación hacia el uso ecoeficiente de recursos y energías renovables.
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