La 96ª edición de los Premios Oscar no solo celebró la consolidación de las estrellas del mundo cinematográfico, sino también la de una tendencia que llegó a revolucionar la maternidad en el mundo de la moda. Vanessa Hudgens siguió los pasos de Rihanna y confirmó su embarazo posando en la alfombra roja con un look que ensalzó su avanzado estado.
Vanessa Hudgens fue una de las primeras celebridades en arribar al Dolby Theatre en Los Ángeles, California, para la 96ª edición de los Premios Oscar. Ante las miradas atónitas del público y las cámaras, la ex estrella Disney reveló su avanzado estado de embarazo a través de un look muy parecido al que llevó una Rihanna embarazada de su segundo hijo, Riot Rose, en los Oscars del año pasado: un largo y ceñido vestido de cuello tortuga, mangas largas y cola de sirena.
La consolidación de una tendencia
Vanessa no sólo recreó a su propio estilo este icónico momento en la alfombra roja, sino también comprobó que se sumó a la revolucionaria tendencia premamá con el cambio de look que tuvo para asistir a la fiesta post-Oscars de Vanity Fair. Esta vez, con un atuendo muy parecido al de Kim Kardashian cuando estaba embarazada de su hijo Saint: un largo vestido negro semitransparente que dejaba ver la lencería.
Así, la artista que por muchos años luchó por quitarse la etiqueta de tierna ex estrella Disney, ahora tuvo que enfrentarse a la tierna futura mamá. Fiel a sí misma, audaz y directa, Vanessa Hudgens en una sola noche demostró que la clásica y recatada imagen de la mujer embarazada ya quedó totalmente atrás, tal y como lo propuso Rihanna a través de su desfile de looks de embarazada que crearon un antes y un después en la moda premamá. Un estado que, en palabras de la ‘trendsetter’, Rihanna, es un estado V.I.P para la feminidad, pues da la libertad a las futuras mamás para empoderarse, experimentar con su estilo y adueñarse de su cuerpo y su sensualidad y feminidad sin importar el qué dirán.
Si bien esta noche vimos a esta tendencia consolidarse como la favorita de las celebridades embarazadas en eventos y alfombras rojas, lo cierto es que aún tiene un gran abanico de posibilidades esperando ser explorados y reinventados por las nuevas generaciones de mamás modernas.
Quién podría olvidar las icónicas portadas con retratos al desnudo de Demi Moore, Serena Williams y Beyoncé mostrando en su máximo esplendor su silueta embarazada y resaltando su sensualidad al mismo tiempo. Los despreocupados bikinis de Kim Kardashian y Rihanna en un avanzado estado en día de piscina o playa. La pasarela de SavageXFenty de Rihanna con una modelo horas antes de dar a luz. Adriana Lima mostrando la barriga embarazada en las alfombras rojas y pasarelas. E incluso en los looks del día a día como los de Kylie Jenner, Kim y Rihanna, quien a pesar de no haber sido la primera celebridad en mostrar la barriga al aire y andar en tacones, sí fue la que lo convirtió en una tendencia a través de sus atrevidos, glamorosos y espectaculares looks protagonizados por transparencias, aberturas, body cons, prendas crop top, lencería, tacones y más.
La moda premamá a través de los años
Para lograr que mujeres como Rihanna pudieran ser modernas y vestir lo que quieran durante el embarazo, pasaron siglos de experimentación. En la época antigua, la ropa no importaba, pues el foco de atención, místico por cierto, lo tenía la mujer embarazada por su capacidad de crear vida. En la edad media, el estado de embarazo pasó a ser símbolo de indecencia y vergüenza por tener connotación sexual, de ahí que se intentara ocultar a través de restrictivos corsés y capas de voluminosas faldas. Ya en la edad moderna, las cosas empezaron a cambiar, pero solo para la clase media y alta, pues tenían la posibilidad de adquirir ropa exclusivamente para la maternidad. En los años 20 y 40, el panorama cambió ligeramente, se empezó a abrazar la feminidad pero ocultando hasta donde era posible el vientre, por ejemplo, con el uso de atuendos de dos piezas o vestidos envolventes. Y para los años 50 y 60, la ropa de maternidad adquirió el enfoque que duró varias décadas: las siluetas relajadas, los atuendos de dos piezas y con pliegues, los vestidos largos con estampados tiernos. Entonces, se perdió la figura de la mujer por ensalzar a la de la madre.
En los años 70 y 80, las mujeres dejaron las clásicas prendas para experimentar con overoles, shorts, minivestidos y más; aunque igual se mantuvo presente la figura romanizada y tierna (claro ejemplo los icónicos vestidos de lunares que usaba la princesa Diana). Ya en los 90 e inicios de los 2000, la moda de maternidad llegó a ser un tema de interés entre las celebridades. Se elaboraban atuendos especialmente para estrellas embarazadas en escenarios o alfombras rojas. Jennifer Lopez, Alicia Keys, Gwen Stefany y más.
Ahora, gracias a celebridades como Rihanna y Vanessa, lucir abiertamente el embarazo es símbolo de empoderamiento femenino. Y gracias a la moda, transgresora como es, también es posible abrir la mirada hacia una nueva era donde ser madre ya no significa dejar de ser mujer, sino todo lo contrario.
En una era post-Rihanna, cada vez más mujeres toman de inspiración a estas celebridades para atreverse a transgredir la tradicional creencia de lo que debería vestir una mujer embarazada. Le dijeron adiós a los restrictivos corsés de antaño y a los tiernos vestidos largos de cuello alto que a punta de metros y metros de tela buscaban tapar la silueta y cualquier rastro de feminidad para abrazar atuendos juveniles, sensuales y en tendencia. ¿Con qué fin? Reforzar su propia identidad y celebrar el increíble proceso de la maternidad.
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