El 8 de marzo las mujeres nos hacemos escuchar más que nunca. Colectivos feministas alrededor del mundo marchan en contra de la violencia de género y en búsqueda de la ansiada igualdad. Una lucha que parece avanzar a ritmo pausado, sobre todo en la región. En México —por ejemplo— más de 3000 mujeres, adolescentes y niñas son asesinadas cada año, según datos del Observatorio Nacional del Feminicidio. Una cifra que se vuelve más alarmante aún cuando tomamos en cuenta que del total, únicamente el 24% de los casos son procesados como feminicidios. Una situación de impunidad que pone en peligro a millones de mexicanas todos los días.
Ante la situación, la marcha por el Día Internacional de la Mujer congrega a miles de personas que exigen un alto a la violencia. Así sucedió en la ciudad de Guadalajara, en donde más de 50 mil manifestantes no solo alzaron la voz, también pintaron las calles con frases alusivas a la causa, dejando en total 19 inmuebles y monumentos intervenidos. Uno de ellos fue el atelier de la diseñadora mexicana Carolina Vázquez el cual amaneció con los cristales rotos y las paredes —e incluso los vestidos de novia— pintados con frases como “No es no” y “Los novios también violan”. Las imágenes se volvieron virales en redes sociales y generaron comentarios divididos. “¿Estamos frente a feminismo o vandalismo? ¿Es válido destruir inmuebles en nombre de una causa?”, preguntan unos. “Las luchas tienen daños colaterales. Necesitamos ser escuchadas” , responden otros usuarios en los comentarios de videos y fotografías que han acumulado miles de vistas en los últimos días.
¿Qué pasó en el atelier de Carolina Vázquez?
La diseñadora mexicana Carolina Vázquez inició en la industria de la moda por allá en el 2004. Es fundadora y CEO del Corporativo Andalucía, una empresa que reúne 9 marcas especializadas en distintos nichos de mercado, entre vestidos de novia, quinceañeros y fiestas. El conglomerado tiene presencia en el país azteca con 9 tiendas en Guadalajara y otras 9 en Ciudad de México. La marca homónima de la diseñadora es la firma principal y se especializa en vestidos de novia.
Este 8 de marzo, la tienda de la diseñadora mexicana ubicada en la avenida Vallarta se volvió viral. Las imágenes en cuestión muestran las vitrinas de la tienda totalmente rotas y las paredes pintadas con grafitis. Pero eso no es todo. Incluso los vestidos de novia aparecen pintados con aerosol negro y morado.
En un primer momento, los internautas pensaron que se trataba de otro caso de activismo en la moda. Sin embargo, la diseñadora mexicana ya aclaró el asunto. En un comunicado en las redes sociales de la firma, se lee: “Deseamos hacer del conocimiento de medios de comunicación y público en general que dicha intervención sucedió como un acto espontáneo de protesta por parte de las manifestantes, mismo que respetamos profundamente, pero del cual no podemos acreditarnos como autores (...)”.
“Nuestros maniquíes fueron ataviados con pañuelos morados para mostrar nuestro respaldo a la manifestación del 8M; sin embargo, el resto de los elementos y acciones que se describen como parte de esta intervención no forman parte de las actividades que organizamos”, señalan.
En la respuesta, la diseñadora además muestra su apoyo a los colectivos feministas e incluso los invita a reunirse con ella para discutir la posibilidad de colaborar en nuevos proyectos que apoyen la causa feminista en México. “Ante todo, reiteramos nuestra absoluta solidaridad con los movimientos feministas que alzan la voz en nuestro país, y la postura de nuestra empresa sigue siendo de un total apoyo a la causa que como mujeres nos hermana a todas: igualdad, seguridad, justicia y sororidad”, se lee.
Hasta el cierre de esta nota, ningún colectivo feminista se ha pronunciado en redes sociales tras lo ocurrido.
¿Feminismo o Vandalismo?
La respuesta del equipo de comunicaciones del Atelier Carolina Vázquez sorprendió a más de uno en redes sociales. Hubo quienes esperaban que la firma tome represalias por los daños causados o los condene públicamente. Lejos de ello, la marca ha mostrado su total apoyo a la causa feminista y sus acciones en un comunicado que no es únicamente solidario con los colectivos, también bastante inteligente.
La firma de Carolina Vázquez se ha vuelto viral en pocos días y los comentarios en sus redes sociales demuestran el apoyo que está recibiendo tras su acertada respuesta. “Me parece increíble y de admirar”, escribe un usuario. “Esos vestidos deberían estar en un museo”, “¡Gracias por tomar esta postura! Esto demuestra gran sororidad”, comentan otros.
Sin embargo, la polémica no ha quedado allí. El debate continúa entre quienes aseguran que el fin justifica los medios y quienes condenan el actuar de las manifestantes. Las motivaciones detrás del accionar del 8 de marzo saltan a la vista. En México, actualmente entre diez y once mujeres son asesinadas todos los días. Según el Instituto Nacional de Estadística (Inegi), las cifras de abuso sexual, violencia e incluso feminicidios han aumentado en los últimos años, teniendo como víctimas principales a las más jóvenes.
Además, el estudio revela que las mujeres son las más afectadas en cuanto a delitos contra la libertad y la seguridad sexual frente a sus pares varones. En las mujeres de 5 a 9 años el abuso sexual ocurre casi tres veces más que en los hombres, con 3 418 delitos registrados en el 2022. En el grupo de 10 a 14 años, sucede aproximadamente seis veces más, y en las mujeres de 15 a 17 años ocho veces la cifra de los hombres.
Números alarmantes que revelan la extensión del problema que parece no tener pronta solución. La falta de políticas públicas y la omisión miles de delitos a diario, complican la situación. Ante ello, las mujeres levantan la voz y buscan llamar la atención de quienes aún no las han escuchado. De ahí que las marchas no conlleven únicamente frases y cánticos, muchas veces se incurre en acciones que dejan huella.
Y aunque el hartazgo es compartido, uno podría preguntarse, ¿realmente es justificable destrozar la propiedad privada? o más importante aún, ¿se gana algo en la lucha haciéndolo? Lo cierto es que el daño está hecho. Los cristales de la tienda de Carolina Vázquez deberán ser reemplazados; y los vestidos, lo más probable es que se tengan que desechar. Realizar un vestido de novia no es tarea fácil ni barata. Claro, se podría alegar que la diseñadora mexicana tiene un negocio consolidado e incluso, que es posible que la tienda cuente con un seguro, pero nada de ello justifica lo ocurrido.
Lo que nos lleva a preguntarnos, ¿este tipo de acciones son necesarias? ¿dañar el negocio de una mujer salvará la vida de otras? Pareciera que mientras la causa feminista es —sin duda— lo más importante en esta conversación, algunas acciones quedan sobrando.
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