El bolso Birkin es considerado el más codiciado, caro y exclusivo en el mundo de la moda. Nacido de un mítico encuentro entre el fundador de Hermès y la icónica actriz Jane Birkin en los años 80, este bolso logró consolidarse en el mercado como un accesorio de lujo al que muy pocos pueden acceder. Una travesía que puede durar hasta años según rumores y que ahora ocasionó que la firma de lujo francesa se viera envuelta en una controversial demanda donde se le acusa de violar leyes antimonopolio por la forma en que funciona la venta de este icónico bolso.
Sobre Hermès y el icónico bolso Birkin
Con más de 180 años en el mercado, la firma de lujo francesa Hermès logró consolidarse como una de las favoritas de los amantes de la moda gracias a sus icónicos accesorios de cuero. Siendo el más destacado el rubro de los bolsos, donde yacen los famosos bolsos Kelly y Birkin, este último cada vez más codiciado desde su creación en los años 80. Un éxito envidiable que se sostiene en las más de diez categorías que la firma fue conquistando a lo largo del tiempo: ropa de mujer y de hombre, hogar, exterior, ecuestre, joyería, relojería, fragancias, maquillaje y más.
Si bien ahora es un gigante bien posicionado en el sector del lujo, lo cierto es que Hermès fue construyéndose poco a poco en base a una estructura de administración familiar. Fundada en París en 1837 por el francés Thierry Hermès, la firma inició como un emprendimiento. Un taller dedicado a la fabricación y venta de arneses y sillas de montar que en la siguiente década añadió líneas de marroquinería, ropa masculina y femenina, joyería, relojería, calzado y accesorios como pañuelos de seda y corbatas.
A partir de los años 50, siguiendo la cadena de herencia familiar, asumió el mando Robert Dumas, yerno de Émile Hermès (nieto de Thierry Hermès). Bajo su dirección se creó el primer bolso icónico de la firma: el bolso Kelly, renombrado así en honor a la famosa actriz Grace Kelly, princesa de Mónaco, quien lo convirtió en un artículo de culto. Una exitosa fórmula que volvió a repetirse en 1984, año en el que se creó el mítico bolso Birkin, resultado de un encuentro casual entre Jean-Louis Dumas y la actriz y cantante Jane Birkin en un vuelo de París a Londres, donde el diseñador tomó de inspiración el voluminoso bolso de la actriz para crear el bolso de lujo ‘todoterreno’ que ahora se alza como uno de los más exclusivos en el mundo con precios que bordean los 5 mil a 7 mil dólares en Europa mientras que en Estados Unidos pueden llegar a los 10 mil dólares.
Así, el icónico bolso Birkin de Hermès cobró vida propia hasta convertirse en una leyenda de la moda y la cultura pop. Desde celebridades y princesas hasta míticos personajes como Carrie Bradshaw de Sex and the City: todas las amantes de la moda ansiaban hacerse con un bolso Birkin a toda costa. Algo muy difícil de alcanzar incluso para la icónica Samantha de SATC, pues no es ningún secreto que comprar este bolso es una misión -casi- imposible. No solo por el elevado costo, sino por la escasez que lo convierte en un accesorio extremadamente exclusivo que ahora generó una ola de debate a raíz de una denuncia legal contra la firma francesa.
¿De qué acusan a Hermès?: el estado de la demanda en tribunales
La dificultad para comprar un bolso Birkin fue lo que originó la demanda a la que se enfrenta Hermès. Además de tener que esperar meses e incluso años en una lista de espera para poder comprarlo, es necesario tener un historial de compra en la tienda. Y no sólo de bolsos, relojes u otros accesorios; sino de artículos de otras líneas o categorías de la marca como ropa, zapatos, perfumería, decoración e incluso artículos para el hogar.
Solo después de crear este amplio historial, el comprador recién puede ser considerado como cliente exclusivo. Uno que tras establecer un vínculo con un asesor de ventas, recién puede postularse para ser digno de comprar un bolso Birkin. Así, el asesor llevará al cliente a una habitación privada y le mostrará los diseños disponibles, pues al existir tan poco bolsos en el mundo, las opciones son muy limitadas a menos que sea un cliente consentido de alto perfil al que se le puede ofrecer un diseño personalizado.
Romantizada como una “recompensa a la lealtad”, esta estrategia comercial exitosa ahora se encuentra en el ojo de la tormenta al ser denunciada por Tina Cavalleri y Mark Glinoga, quienes ante un tribunal federal del norte de California presentaron una demanda colectiva en la que sostienen que la firma de lujo estaría incurriendo en prácticas comerciales desleales que favorecen el monopolio.
Específicamente, Hermès está siendo acusada de violar la Sección 2 de la Ley Sherman que prohíbe la “monopolización de cualquier parte del comercio entre los distintos estados o con naciones extranjeras”. Esto es, la prohibición de una práctica que restringe el libre comercio en el mercado al condicionar la venta de un producto a un acuerdo de compra de otros productos del vendedor. Aplicado al caso Hermès, un esquema de vinculación donde se condiciona la compra de los codiciados bolsos Birkin a la compra inicial de otros artículos auxiliares de la firma. Hasta el momento, Hermès no se ha pronunciado públicamente sobre el caso.
Además, los demandantes también acusan a la firma francesa de violar varios estatutos de la ley del estado de California, entre ellos, la Ley Cartwright, que defiende el derecho a la libre competencia en el mercado. Esto es, asegurar que una sola empresa obligue a sus compradores a sumarse a su esquema anticompetitivo.
Así mismo, los demandantes piden al tribunal que se implanten medidas cautelares y que se permita que otras personas que sufrieron por las prácticas de venta de Hermès se unan a la demanda. Una controversial estrategia de mercado que también fue vista en otras marcas de lujo como Rolex, que ha sido acusada en el pasado de exigir a sus compradores que antes adquieran productos de su otra línea Tudor; y que aunque se independizó de ella el año pasado, hace unos meses volvió a incurrir en prácticas desleales y fue multada por 100 millones de dólares por las autoridades francesas tras prohibir ilegalmente a otros distribuidores el comercio de sus famosos relojes.
Aunque esta estrategia de venta hace que icónicos artículos de lujo como el bolso Birkin de Hermès se vuelvan mucho más codiciados por los amantes de la moda, no cabe duda de que a medida que crece el éxito en ventas también lo hace la ola de acusaciones contra el temido monopolio que se cuece en la moda de lujo. La interrogante que ahora queda en el aire es ¿hasta qué punto debe llegar la libertad del sector del lujo en busca de la exclusividad? La libertad comercial de las empresas del sector dependerá del interés gubernamental por crear leyes claras y especializadas que regulen la industria, pues aunque las firmas de lujo están rodeadas de misticismo y romanticismo en el mundo de la moda, siguen siendo, al fin y al cabo, empresas compitiendo en el mercado.
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