Amor y odio: ¿Cómo describirías tu relación con los zapatos?
Amor y odio: ¿Cómo describirías tu relación con los zapatos?
Redacción EC

Los zapatos son parte importante de cualquier atuendo y pueden determinar si tu look es un acierto o un fracaso. No solo sirven para completar un outfit sino que funcionan como accesorios convirtiéndose en ocasiones en el punto focal del conjunto.

Aunque sean simples piezas para vestir, las mujeres tenemos una relación de amor-odio con ellos: se pueden ver muy lindos al principio para terminar matándonos de dolor horas después. ¿Cuál es el proceso que atravesamos al comprar un par de zapatos nuevos? Este es un divertido resumen.

1. Amor a primera vista

Las mujeres no solo conocemos el amor hacia un hombre o nuestra familia sino también hacia los zapatos. Siempre hay un par que nos atrae y no podemos sacarlo de nuestra cabeza por más que lo intentemos: vemos su foto constantemente, se la pasamos a nuestras amigas para que los aprueben, “descubrimos” que combina con toda nuestra ropa. La verdad es que el tema de los zapatos nos lo tomamos muy en serio.

2. La compra obligada

Luego de semanas pensando en ese par de zapatos que te encantó, tomas la decisión de ir a la tienda a obtenerlos. Tus ansias por tenerlos es tanta que ni siquiera miras el precio, solo te los pruebas y vas directo a la caja. Una vez ahí existen dos opciones: que no sean tan caros y los ames aún más o que cuesten un ojo de la cara y te duelan en el alma. Sin embargo, pagues lo que pagues, dejarlos no es una opción.

3. El ansiado estreno

Estabas a la espera de la ocasión ideal para lucirlos y por fin llegó. Armas tu atuendo con días de anticipación, te imaginas luciendo tus nuevas “joyas” y te sientes maravillosa cuando finalmente te los calzas por primera vez. Sales a la calle con toda la confianza del mundo sintiéndote una modelo de portada de revista.

4. La primera ampolla

Pasan las horas y te sorprende lo bien que te está yendo con ellos pese a ser zapatos nuevos. De pronto sientes una molestia en el pie que intentas ignorar pero sabes que es la primera fase de la desgracia: aparece una ampolla. Si fuiste precavida, tendrás curitas dentro de la cartera. Si no, prepárate para sufrir.

5. El dolor insoportable

Sigue avanzando la noche y ahora ya no solo te duelen todas las heridas que te van sacando los zapatos, sino que sientes como si caminaras sobre carbones encendidos pues te queman las plantas de los pies. Llegó el momento de buscar un asiento que se convertirá en tu trono el resto de la noche.

6. El odio eterno

Regresas a tu casa y te quitas los zapatos tan pronto cruzas la puerta. Los maldices en tu mente, odias el momento en que los compraste y juras que nunca más vas a volver a usarlos a menos que sea para un evento que dure una hora. Los metes en su caja y los escondes lo más dentro de tu closet posible.

7. La segunda oportunidad

Luego de que tus heridas de guerra han curado, decides darles otra oportunidad a tus zapatos favoritos. Ahora si estás preparada y llevas muchas curitas en la cartera además de mentalizarte con la esperanza de que, después de la primera usada, hayan cedido un poco y no sean tan dolorosos.

8. El fracaso

Triste es tu sorpresa cuando pasa exactamente lo mismo que la primera vez: ampollas en lugares inesperados y carbón en los pies. Esta vez no los odias tanto como antes pero si te sientes algo decepcionada con el asunto. Todo indica que no podrás usarlos nunca.

9. La tercera es la vencida

¿Vas a permitir que esos zapatos que te costaron tanto se queden dentro de tu closet para siempre? Dicen que la belleza duele así que hay que armarse de valor y volver a usarlos. Ahora te tomarás las cosas con calma así que no solo llevas una caja de curitas sino que, si es posible, metes un par de balerinas a la maletera del carro.

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