Aprende a velar por la seguridad de tus hijos y tu mascota

Un perro siempre será la mejor compañía para un niño. Los perros son cariñosos, comprensivos y siempre lograrán sacarles sonrisas a nuestros hijos. Sin embargo, hay momentos en lo que debemos velar por la seguridad en la convivencia entre niños y perros.

- No molestarlos mientras comen

Es muy importante que los niños sepan respetar el momento en el que los perros están comiendo. El perro siempre tratará de cuidar su comida al máximo, por lo que no sabemos cómo puede reaccionar si metemos la mano a su plato de comida.

- No despertarlos

Al igual que con las personas, nunca debemos molestar a un perro mientras está descansando. Puede asustarse, levantarse de golpe y tratar de morder a la persona que lo despertó. Es ideal dejar que se despierten solos.

- Saber cuándo está molesto

Es importante que los niños sepan reconocer cuando un perro está molesto y puede reaccionar mal. Levantar los labios, dar marcha atrás, gruñir o poner la cola recta pueden ser algunas señales de que no debes acercarte a él hasta que se tranquilice.

- No agarrarle la cola

Un perro siempre se sentirá incómodo cuando lo molestas agarrándole la cola. Esta forma parte de su columna y sentirá mucho dolor cuando lo haces. Evita jalársela porque probablemente tratará de defenderse.

- No excederse de cariñosos

Hay algunos niños que siempre quieren estar abrazando o cargando al perro. El animal se sentirá privado de su libertad y podrá morder al niño para poder sentirse libre. Es bueno darle cariño a una mascota, pero no debemos excedernos.