Hay ocasiones en que la frase ‘ahorro es progreso’ nos puede costar muy caro, más aún cuando hablamos de nuestra piel. Ya sea porque se compró un frasco muy grande o se fue pocas veces a la playa, algunas mujeres deciden utilizar en verano el bloqueador solar que les sobró del año pasado para así no comprar uno nuevo, acción que resulta perjudicial por diversas razones.
Sabiendo que el daño solar causado es acumulativo y no se eliminará nunca, por lo que es necesario prevenirlo, el estar bajo sombra, usar sombrero o gorra de ala ancha, anteojos de sol, camisetas de manga larga debe estar acompañado de la aplicación adecuada y regular del protector.
El doctor Oscar Medrano, asesor médico de Bahía Solar destaca que “debemos buscar que sea de ‘amplio espectro’, es decir que tenga cobertura sobre rayos UVA y UVB y que posea un SPF (Factor de Protección Solar en español) igual o mayor a 30 (o igual y mayor a 50 en el caso de los niños mayores a 1 año). En general, cuanto más claro es el tono de la piel (fototipos 1 y 2) mayor debiera ser el factor de protección a usar”.
¿Cuánta cantidad hay que aplicar y cómo?
Verónica Muchnik, dermatóloga oficial de Natura Cosméticos, asegura que es muy importante no escatimar con la aplicación del filtro solar en verano, porque ponerse menos de lo aconsejado aumenta las posibilidades de quemarse. Se calculan 2 miligramos por centímetro cuadrado de piel. Por ejemplo, para la cara, no menos de una cucharada de té y "no olvidar reaplicarlo cada dos horas.
Siempre se debe poner el protector primero en la mano y luego en la cara, sobre todo cuando se trata de sprays o brumas, ya que pueden entrar en contacto con los ojos.
¿Puedo usar el protector solar que usé el año pasado?
Usar bloqueador solar no garantiza que la persona no se queme, ello dependerá del uso correcto del producto y de la vigencia que este tenga.
El doctor Manuel del Solar, profesor de Medicina de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), explica que “no debe reservarse de un verano para otro, ya que es dañino. Tiene un periodo de vigencia de 12 meses, independientemente del tiempo de vida útil que tenga el producto (fecha que aparece en el envase). Cuando se abre un frasco se comienza a oxidar y a deteriorar; por ello, en el siguiente año se tiene que utilizar un bloqueador nuevo para garantizar su efecto”.
Por su parte, Verónica Muchnik, agrega que “la estabilidad de los filtros no se garantiza una vez cumplido el año de haber abierto el protector. Aunque a simple vista el protector no haya cambiado de olor ni de consistencia, es probable que ya no sea tan efectivo”, por lo que la insolación puede darse.
Los especialistas también recalcan que el envejecimiento prematuro de la piel causado por la radiación solar puede retrasarse o atenuarse con el uso continuo del bloqueador solar, por lo que es indispensable su aplicación todos los días durante el verano.