El simple hecho de pasar una noche de desvelo o de no respetar tus horas completas de sueño, hace que una persona se levante de la cama con el impulso y las ganas de comer más y elegir algunos alimentos no saludables.
Estudios dados a conocer por la publicación científica Nature Communications revelaron que esas ganas de ingerir estos productos, malos para el organismo, se deben a las pocas horas de sueño que tuvo una persona. El motivo es que el cuerpo empieza a exigir el aumento de las porciones de comida para recuperar las energías que te faltan por el hecho de dormir poco.
Además, se producen algunos cambios en el funcionamiento del cerebro activando un mecanismo de compensación que hace que comas más pero optes por ingerir alimentos menos saludables que producen placer y no una buena nutrición.
Los especialistas recomiendan que si eres de las personas que se despierta constantemente en la madrugada o se te dificulta dormir de corrido, tengas a la mano algún alimento beneficioso. De esa forma podrás reducir las ganas de comer y evitarás los malos hábitos alimenticios.