El amor que sentimos por nuestros abuelos es incomparable, no solo tienen un gran lugar en nuestro corazón, sino también son de gran influencia para nuestros hijos porque los ayudan a crecer a través de su experiencia y cariño.
Pero, ¿qué sentimos nosotros cuando los visitamos? No hay duda que a su lado seguimos siendo niñas y algunas de estas situaciones lo demuestran.
- Recurrimos a ellos por consejo
Sus años los hacen sabios. Nuestros abuelos ya pasaron por lo que estamos viviendo y, porque nos aman, siempre tienen consejos sinceros y certeros. Aunque nos duela, ellos saben que es lo mejor para nosotros.
(Foto:Shutterstock)- Siempre tienen las palabras exactas para decirnos
Saben decir lo justo y necesario. Mediante sus historias nuestros abuelos nos llegan al corazón con facilidad y nos ayudan a levantarnos si estamos tristes. Si algo bueno nos pasa, muestran su apoyo y dan ese empujón para ir por más; y cuando te sientes confundida, ellos te dan las claves.
- Nos causan ternura
No hay nada más tierno cuando tu abuelito se queda dormido mientras ven juntos la televisión. En ese momento te das cuenta lo importante de darles todos los cuidados que ellos te dieron alguna vez.
(Foto:Shutterstock)- Nunca dejarán de hacer algo por nosotras
Aunque algunos no entiendan cómo funciona el mundo hoy, tratarán de seguirte el ritmo. Tal vez no saben nada de un iPhone, tablet o WhatsApp, pero se mostrarán entusiasmados con aprender si eso te hace feliz.
- Tengamos la edad que tengamos, siempre seremos su pequeña
“Eres mi chiquita”, “sigues igual que cuando tenías 5 años”, son algunas de las frases de nuestros abuelos para demostrar que nunca creceremos para ellos. Nos miman, engríen y hasta nos dan regalos como lo hacían cuando éramos pequeñas.
(Foto:Shutterstock)- Nos hacen reír
Los abuelos tienen un gran sentido del humor y están dispuestos a aceptar y hacer bromas en todo momento. Siempre nos muestran su mejor sonrisa. Y como no disponen de una agenda recargada pueden pasar contigo todo el tiempo que sea necesario.
- Son los mejores dando abrazos
No hay nada como ese abrazo de tu abuelo. Te sientes otra vez protegida. Solo en ese momento puedes olvidar que tuviste un mal día en el trabajo, si te peleaste con tu esposo, si no te alcanza el dinero para el mercado. El abrazo de tus abuelos es capaz de calmar el peor de los dolores.