Barbie dijo “sé lo que quieras ser” e inspiró a millones de niñas y mujeres a seguir sus sueños sin importar el qué dirán. A estas filas de admiradoras amantes del rosa se sumó Nea Paz, una alegre y espontánea joven que un día se armó de valor para dejar su carrera profesional y lanzarse a seguir lo que le apasiona: crear contenido en redes sociales.
Por allá en el 2019, Nea decidió embarcarse en una aventura digital desde Huancayo, la ciudad que la vio crecer y por la que siente inmenso orgullo. Con una personalidad juvenil, divertida y risueña, Nea se ha convertido en un referente de moda y belleza para jóvenes que se identifican con su vibrante energía y sus ganas de crecer en grande.
En el Día de la Mujer, conversamos con ella sobre su innegable éxito en redes sociales y su agencia digital en la que asesora a mujeres que- como ella- buscan cumplir sus sueños y liderar su propio camino.
—Nea, has tenido un interesante recorrido en el mundo de las redes sociales. ¿En qué punto te encuentras ahora?
Ahorita estoy en una constante mudanza de Huancayo a Lima. Una muy complicada y bastante cansada, porque a la semana vivo tres días allá y cuatro días aquí en Lima. Vine por trabajo y para alcanzar nuevas metas. Ya me sentía en una zona de confort, no me sentía tan cómoda con lo que quería lograr, así que ahora estoy saliendo de mi caja, de mi mundo. Me duele muchísimo estar lejos de mi familia, pero siento que es necesario para dar pasos más grandes, fuertes y sólidos.
—Poco a poco, lograste consolidar una gran comunidad de seguidoras, tus ‘miaus’. ¿Cómo es tu lazo con ellas?
Creo que es una comunidad tan sólida porque hemos ido creciendo y pasando por diferentes etapas juntas. Desde mi etapa universitaria, pasando por la que estuve encontrando mi camino, la que estoy creciendo, en la que ya me comprometo (risas), en la que aprendo a vivir sola… Definitivamente ellas me han aconsejado, acompañado e incluso motivado. Es más, creo que he sido de las primeras creadoras de contenido en el país que ha celebrado su cumpleaños con su comunidad. A mí me gusta compartir con ellas lo poco o mucho que tenga. Celebro con ellas, canto con ellas el cumpleaños, son mis amigas, mis confidentes, mi familia, me defienden y me apoyan bastante... Las siento así, porque cuando las veo me veo en ellas. Es curioso porque siempre te siguen personas de tu misma energía.
—¿Qué es lo que más te gusta de trabajar en redes sociales?
Definitivamente, el poder manejar mis tiempos, aunque es algo tan positivo como negativo. (risas).
—Ciertamente, el boom de Barbie fue una gran oportunidad para hacerte conocida a nivel nacional y consolidar tu nombre. El estilo de vida rosa que te caracteriza y se ha convertido en tu marca personal...
Siempre he amado a Barbie y parte de mi marca personal siempre fue “ser lo que quiero ser” (risas). De hecho, el tema de Barbie lo pensamos mucho con mi equipo de marketing desde el año anterior. Cambiamos un poco la paleta de colores y definimos el contenido mensualmente, pero lo que sí no me esperaba fue la cantidad de prensa y la acogida nacional. Era muy de nicho y de pronto todo el mundo quería vestirse como yo me visto normalmente (risas). Estuve incluso en un reality en la televisión, en entrevistas de radio, en todos los periódicos y todo eso. Y si bien el año pasado fue un boom para mí, es algo que ya venía construyendo con tiempo, por eso es muy importante la constancia y perseverancia. Si llega de pronto una gran comunidad y no tienes claro tu contenido, tu branding, tu estrategia; entonces te desesperas y no sabes qué hacer. Para mí fue aprovechar la oportunidad para seguir despegando. Tengo mucha determinación.
—A la fecha, acumulas más de 140 mil seguidores en Instagram y un millón en Tik Tok ¿Cuál consideras que es la clave de tu éxito en redes sociales?
Ser auténtica. Combinar la modernidad con la identidad, creo que eso es Nea Paz. Nunca me avergoncé de ser de Huancayo, de venir de provincia, de las costumbres de mi familia. Siempre he tenido el pecho inflado por ellos. Aunque algo contra lo que he luchado y me ha costado siempre ha sido borrar los prejuicios sobre ser de provincia.
Prejuicios detrás de la pantalla
— Triunfar en cualquier industria es retador y las redes sociales no son la excepción. ¿Consideras que la has tenido más difícil por venir de provincia?
Sí, claro. Al ser una creadora de contenido que viene de provincia, no solo he tenido que afrontar las mismas costumbres y creencias de mi ciudad: comentarios machistas y misóginos. Sino también me he enfrentado a muchos comentarios racistas y clasistas. En redes, e incluso en eventos. Pero es algo que he aprendido a sobrellevar y a lo que la sociedad se tiene que acostumbrar. Yo no me voy a ir, no voy a cambiar, es algo ante lo que la sociedad tiene que abrir los ojos. Antes pensaba que me tenía que moldear, pero no. Es la sociedad la que se tiene que abrir a otro tipo de perfiles.
— ¿Qué prejuicios has tenido que enfrentar?
Los estereotipos. Se tiene una imagen predefinida de lo que debería ser una mujer andina, pero realmente puede ser diversa. Mucha de mi familia es así, pero lo que se debe entender es que una mujer andina también puede ser moderna. Existe diversidad no solo a nivel de creadora de contenido, sino como mujer de provincia en general.
—A todas esas mujeres que al igual que tú desean “ser lo que quieren ser” pero tienen miedo a enfrentar prejuicios y romper los esquemas ¿Qué les dirías?
Lo primero: apoderarse de sí mismas y creer en sí mismas. Si no lo intentan, nunca van a saber. También definir bien su personalidad. Segundo, tener claro qué es lo que quieren lograr en redes sociales. Tener un propósito más allá de la cantidad de seguidores, un impacto positivo en la sociedad. La mayoría quiere crecer en redes sociales por la fama y los beneficios que puede obtener, pero en realidad no son para eso. Son una ventana de amplificación para que podamos influir de manera positiva al punto de que podamos cambiar la vida, hábitos y valores de otras personas.
Un espacio digital para mujeres
—Además de trabajar en tu marca personal y la creación de contenido en redes sociales, también te desempeñas como consultora de emprendimientos digitales e influencers, tienes tu agencia Esencia Rosa. Cuéntanos sobre este proyecto.
¿Puedes creer que como agencia digital Esencia Rosa este año cumple cinco años? ¡No puedo creerlo! Empezó porque no había empresas que asesoran a mujeres en creación de contenido netamente en temas de belleza, ropa, moda, styling, estilo de vida. Vi una oportunidad para que todas las cosas que aprendo por mi experiencia pueda transformarlas en estrategias que puedan ser válidas para que otras mujeres puedan practicarlas en sus negocios. En Esencia Rosa tenemos talleres o cursos para personas que recién están empezando en redes sociales y no tienen ni idea de por dónde comenzar, y también tenemos las consultorías que son para creadoras de contenido o empresarias que de repente en algún punto se sienten estancadas y necesitan reformular sus marcas y estrategias para poder seguir creciendo. A la fecha ya habremos tenido más de mil o dos mil alumnas, entre nacionales e internacionales.
—Tu experiencia es la base de tu emprendimiento ¿Has estudiado algo relacionado con las redes para dirigir este proyecto?
Mi vida ha sido curiosa. Terminé la carrera de Ingeniería Forestal y Ambiental, pero en el camino estudié mucho sobre estrategia digital, estudié en la Pacífico, estudié especializaciones y diplomados en marketing digital, estrategia de la moda… De verdad he estudiado tantas cosas que ya no recuerdo (risas). ¿Ha sido una parte esencial? Sí, pero siento que lo que más he aprendido ha sido por prueba y error en las redes sociales.
—¿Qué has aprendido de las redes sociales en este tiempo que llevas trabajando en ellas?
Primero, a trabajar la inteligencia emocional. La presión social es muy fuerte en redes sociales: lo que esperan tus seguidores y la sociedad como ejemplo a seguir. Segundo, a no dejar que otros definan quién eres. Y tercero, que necesitas mucha perseverancia, porque va a haber mucho contenido que no funcione, pero eso no significa que ya no debas intentarlo, sino que debas tomar un nuevo camino. Un rebranding por ejemplo, para que cada vez que no te vayas bien lo veas como una nueva oportunidad para crecer muchísimo más. Pienso que las redes sociales son para valientes, porque no solo muchas personas quieren venir a definir quién eres, sino también porque afrontas tus propias luchas internas.