Si hay una película que está generando grandes expectativas y ha encantado a gran parte de la crítica es La Sirenita. Este Live Action de la película de 1989 de Disney con el mismo nombre, se estrenó en todos los cines a nivel nacional el pasado 26 de mayo, y aunque en un inició recibió muchas críticas negativas, ha sabido ganarse el corazón de sus espectadores, quienes aseguran que es un filme que vale la pena ver. Sin embargo, más allá de la historia, la enseñanza y el mensaje, hay otro punto resaltante en la película protagonizada por Halle Bailey: el vestuario. Traer al mundo real los trajes de bajo el mar y también de la superficie no ha sido tarea fácil y la creadora de los increíbles diseños fue Collen Atwood.
El diseño del vestuario fue realmente un reto para la creadora de los mismos, empezando por aquellos que se apreciaban en la vida debajo del mar. Si bien es cierto gran parte del filme se editó con imágenes generadas por computadoras, las piezas eran necesarias para utilizarse en algunas escenas y también para que se pueda tener una referencia real de lo que se debía plasmar en pantalla. Por otro lado, con respecto a la vida en la superficie, eran necesarios diseños que combinaran bien con la escenografía y colores vibrantes que no lleguen a opacarla. Sin duda, todo un desafío que se superó a la perfección.
En primer lugar, para diseñar el vestuario de la vida bajo el mar, se buscó representar a los siete océanos y por ello, cada hija del rey tritón debía tener una cola de sirena diferente. “Tomamos muchas influencias de los peces para los diferentes tritones, y tuvimos diversas colas y coloraciones para representar a los siete océanos. En vez de que todos tengan colas verdes, cada persona se convirtió en un pez inspirado del océano del que viene”, comentó Colleen Atwood en una entrevista a la revista Baazar. Así mismo, la diseñadora comentó que todas las colas fueron pintadas a mano y algunas tenían realces de conchas o serigrafías que hacían que parecieran escamas.
Otro de los trajes que costó muchísimo trabajo y que si se usó la mayor parte del tiempo fue el de Melissa McCarthy, quien le da vida a Úrsula, la villana de la historia. Este atuendo debía ser como un disfraz de baile, sin dejar de ser el personaje, por lo que el equipo debía averiguar donde terminaban las patas de pulpo y empezaba el disfraz. “Fue un proceso realmente complejo”, declaró Atwood.
Para poder diseñar los vestuarios de la superficie Colleen Atwood se inspiró en la fantasía del mundo de los piratas de 1830. La diseñadora de también de la famosa serie Merlina, tuvo que crear los disfraces de los bailarines, la corte real, los navegantes, entre otros. “La gente del mar tiene una mirada, y los aldeanos y las personas que viven más cerca del océano, más “del océano”: sus colores son más los del coral vivo y los colores vibrantes del mar”, cuenta Atwood, quién también comenta que tomó la calidad orgánica de las criaturas marinas, conchas y corales para incorporarlas en texturas y colores.
Sin duda, la creación de los magníficos disfraces fue todo un reto y tal como comenta la diseñadora estos llevan un largo proceso, el cual va de la mano con toda la pre producción de la película. “Comenzamos con la gente del mar, y después de un par de meses, comenzamos a explorar el mundo sobre el mar y lo relacionamos con el océano. Muchas veces, los departamentos de escenarios comienzan con una preparación más larga que el vestuario, pero debido a que teníamos tantos escenarios digitales y el movimiento estaba involucrado, me incorporé a la mezcla con el equipo prácticamente desde el principio”, dijo Colleen a la revista Baazar.
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