La experiencia teatral es muy rica tanto para el público que se encuentra en las butacas como para los actores que están en el escenario. Hay una transmisión de energía, una conexión invisible que permite a ambos entender la obra y demostrar emociones especiales.
Además de ser un momento artístico, el teatro puede ser una gran herramienta para tu desarrollo personal. No solo te ayudará a dejar atrás el miedo de pararte frente a un grupo de personas sino que será útil para fortalecer tu personalidad y relajarte.
¿Te animas a probar con un taller de teatro? Estos son algunos motivos por los que debes hacerlo.
1. Te ayuda a desconectarte
Si el simple hecho de asistir a una función de teatro hace que te alejes de la realidad por unas horas, ¿imaginas ser tú la que está en escena? Subir al escenario es, en cierto modo, desprenderte de quien eres para interpretar un personaje. Es una manera de dejar de lado tus problemas y preocupaciones para concentrarte en algo totalmente distinto y divertido.
2. Aumenta tu confianza
Sin duda uno de los principales beneficios de aprender teatro es que tu nivel de confianza y autoestima se dispara. Ahí aprendes a manejar tus emociones, controlar los nervios y disfrutar de la experiencia de mostrar tu talento frente al público. Eso es de gran utilidad en tu vida diaria tanto en tu trabajo como en lo cotidiano.
3. Te conoces a ti misma
Construir un personaje es una buena oportunidad para explorar lo más profundo de tu mente y tu corazón. Los talleres de actuación te permiten analizar tus sentimientos, pensamientos y sensaciones pues entre más te conozcas, mejor podrás interpretar tu papel. Con el tiempo, irás descubriendo un lado tuyo que no creías poseer.
4. Puedes soñar en grande
Interpretar un personaje te permite moldearlo a tu manera. Toda tu creatividad se vuelca en esa persona imaginaria a quien puedes darle voz, gestos, pensamientos, una historia y una vida. No hay límites para la imaginación y la exploración, algo que solo la magia de actuar te permite ir descubriendo.
5. Conoces buenos amigos
Armar un montaje teatral no es cosa de una persona. El teatro es una actividad colaborativa donde participan todos: el elenco, el director, la producción, los asistentes, etc. Y si es que es la primera vez que experimentas la actuación, tus compañeros de taller se convertirán en casi tus hermanos pues todos se nutrirán de la energía de los demás. Eso crea un vínculo especial que quedará grabado en sus corazones.