A los 20 segundos de nacer, David Vetter tuvo que ser colocado en una burbuja de plástico para protegerlo de los gérmenes debido a que el mínimo contacto físico podría resultar mortal. Su caso proporcionó información sobre cómo funciona el trastorno de Síndrome de Inmunodeficiencia Combinada Severa y el tratamiento de transplante de médula.