Mansur es un oso que apareció un día en el aeródromo de Orlovka, Rusia. Sin posibilidades de volver a su hábitat natural, fue adoptado por un piloto. Desde aquel día, el oso ha participado de manera muy constante en todos los trabajos que realizan los pilotos en el aeródromo, y desde muy pequeño le perdió el miedo al ruido de los aviones y a volar.