RAÚL ALARCÓN
El periplo terrestre de doce horas desde la ciudad de Arequipa hasta el impresionante cañón de Cotahuasi se hace en una ruta con tantos paisajes, pueblos y vestigios de incalculable valor que el viaje se hace en un abrir y cerrar de ojos.
EN EL CAMINO Partiendo al alba de la Ciudad Blanca, en donde le recomendamos tomar un día para aclimatarse, la primera parada de interés se realiza un par de horas después de empezado el viaje, en Toro Muerto (Castilla), lugar en el que se pueden apreciar petroglifos de diversas formas y tamaños, grabados en las piedras de las laderas.
El siguiente punto a conocer queda en Querulpa (Aplao), en donde podrá apreciar las huellas de los dinosaurios, así como un museo de sitio con huesos de estos gigantescos vertebrados.
Camino a Chuquibamba podrá apreciar una imponente formación de arena y tierra conocida como El Castillo, debido a su forma. Ya en la ciudad podrá disfrutar de sus espectaculares andenes prehispánicos, así como de su hermosa catedral y las vistas de la campiña.
En Chuquibamba le recomendamos abastecerse bien de alimentos y bebidas porque a partir de ahí se inicia un ascenso de varias horas hasta alcanzar los 4.850 m.s.n.m., donde podrá apreciar llamas y vicuñas en su hábitat natural, así como el imponente lago Pallarcocha coronado por el nevado Coropuna (6.425 m.s.n.m.).
UNA MARAVILLA NATURAL Al ir descendiendo por el ondulado camino final que conduce hacia la ciudad de Cotahuasi (2.680 m.s.n.m.), el cañón se va dibujando a través de verdes campiñas y grandes montañas.
El primer contacto visual con el cañón lo dejará boquiabierto, dada la magnitud de esta enorme formación natural que el río abrió entre las montañas Coropuna y Solimana, y que es considerado como el tercer cañón más profundo del planeta con 3.535 metros.
La ciudad de Cotahuasi, que significa en español reunión de casas, es el epicentro de las actividades turísticas en la zona. Aquí se puede visitar la iglesia colonial de Nuestra Señora de la Concepción, así como el campanario de Santa Ana y el mirador. Los amantes de la aventura pueden practicar canotaje, kayak, así como rapel.
Y si desea compartir la experiencia de dormir en una vivienda local, algunas familias ofrecen hospedaje.
A unos veinte minutos de Cotahuasi y tras recorrer una vía asfaltada llegará a Tomepampa, un pueblo de calles empedradas. Aquí encontrará la iglesia colonial Nuestra Señora del Rosario, la cual destaca por su bello altar cubierto de pan de oro y por sus dos torres gemelas de sillar.
Siguiendo hacia el norte llegará a Alca, en donde destacan los baños termales de Lucha (y a media hora los de Luicho), los cuales poseen propiedades medicinales. En los alrededores se pueden encontrar restos de antiguas ciudadelas prehispánicas como Ticnay y Kayac. Aquí también podrá alquilar caballos para pasear por el campo y la ribera del río Cotahuasi (S/.30 por dos horas).
En Puyca podrá iniciar un trekking de 2 km para apreciar la ciudadela preínca de Maucallacta, desde donde podrá gozar de la espectacular andenería de la zona. Si dispone de tiempo, le sugerimos llegar hasta Lauripampa e iniciar la caminata hacia el bosque de puyas Raimondi.
En dirección sur desde Cotahuasi (media hora por carretera y quince minutos de caminata) se halla uno de los atractivos emblemáticos de la región: la catarata de Sipia, una impresionante caída de 150 metros, en tres golpes, que forman arcoiris. Viajando un poco más al sur encontrará el bosque de cactus Judiopampa, en el cual podrá apreciar cactus de hasta veinte metros de altura.
Recomendamos una estadía de al menos tres días en la zona y reservar un día para visitar tanto el sector norte como sur, así como uno adicional para el oeste, donde se ubica Pampamarca, localidad en la que se encuentra el bosque de piedras de huito, que presenta diversas figuras y al que se llega tras un trekking de dos horas. En la cima, cuando aprecie el valle desde su cumbre valorará el sacrificio.