Cuando salimos de viaje, es usual que debamos pagar un adicional por el servicio de internet inalámbrico que se ofrecen en los hoteles. Si bien hay huéspedes que prefieren usar sus propias conexiones o planes de datos para conectarse, un hotel se encargó de cortarles todo tipo de comunicación ganándose una enorme multa.
El Marriott Gaylord Opryland Hotel en Tennesse, Estados Unidos, deberá pagar el monto de 600 mil dólares a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC en sus siglas en inglés) luego de deshabilitar a propósito las conexiones a internet de las personas que usan sus instalaciones obligándolas así a pagar por su servicio.
En el caso del centro de convenciones del hotel, el monto que las empresas participantes en ferias o usuarios debían pagar para tener internet ascendía hasta los mil dólares. Para hacer estos bloqueos, el hotel usaba un dispositivo que monitorea las conexiones Wi-Fi personales para desactivarlas, acto prohibido por la ley.