MARÍA HELENA TORD
¿Por dónde empezar en Nueva York? Para ubicarse en esta gran ciudad primero hay que tomar un mapa, ya sea en un hotel o comprar uno en los puestos de revistas. Si comenzamos por el norte o up town entonces nuestra primera referencia es el Central Park, uno de los parques urbanos más grandes del mundo. La mejor manera de conocerlo es rentando una bicicleta. Para el lado este del parque está el museum line en la misma Quinta Avenida, donde se reúnen los principales museos de la ciudad como el MET (Metropolitan Museum of Art), el Museo del Barrio y la Frick Collection. Bajando por la Quinta Avenida o la paralela Madison están las grandes marcas y comercios de la ciudad. En el camino está el MoMA, otro museo imperdible, emblema de esta ciudad que tiene la mayor colección de arte contemporáneo. Si dobla hacia la sexta en su recorrido hacia el sur llegará al Rockefeller Center, donde se tiene una de las mejores vistas de la ciudad. Para subir hay que realizar un pago y el recorrido tarda por lo menos 45 minutos. Vale la pena.
Unas cuadras más abajo está la famosa esquina de Times Square, a donde hay que llegar en algún momento del viaje. Si pasa de noche, mejor. En esta temporada anochece a las 8 p.m.
CHELSEA Y EL HIGH LINE Para comenzar a recorrer la zona suroeste de Nueva York, un buen punto de partida es el mercado de Chelsea, ubicado entre la octava avenida y la calle quince, a unas cuadras de la estación de metro 8 Av. que es la línea azul. Este mercado representa el nuevo espíritu de esta parte de la ciudad. Ubicado en una antigua fábrica de Nabisco, donde se inventaron las galletas Oreo, el edificio fue totalmente restaurado y en la planta baja funciona ahora un encantador mercado con patios de comida, tiendas de diseño, panaderías, cafeterías, bodegas gourmet y hasta una galería. Diseñadores de joyas, ropa y artículos de cuero forman también una especie de feria techada donde encontrará originales creaciones.
Saliendo de Chelsea, bajando hacia el sur a unas calles abajo se llega a una de las zonas más atractivas de la isla desde hace ya unos años: Meatpacking. Esta parte de la ciudad era donde antiguamente se empaquetaban las carnes, por ello lleva ese particular nombre. El distrito colinda con el río Hudson y fue un importante puerto. Ahora sus edificios industriales de ladrillo caravista han sido ocupados por oficinas, tiendas de diseño y galerías. Las veinte cuadras que forman Meatpacking se han convertido en uno de los barrios más chic de Nueva York.
Acá están algunos de los hoteles más exclusivos, famosos por sus bares. El penthouse del Standart o del Gansevoort tiene fantásticas vistas de la ciudad. En sus calles se ubican también grandes restaurantes como el clásico Pastis, que es ideal para la hora del almuerzo con una suculenta carta de pastas y platillos internacionales. También está el Spicy Market que ofrece toda una experiencia oriental con una original cocina asiática. Otro altamente recomendado es el Olive Fig. Si busca algo más económico puede optar por las hamburguesas de Shake Shack en Madison Square o si tiene todavía energías dese una vuelta por Eataly, el gran emporio gastronómico creado por el chef Mario Batali y que reúne lo mejor de la cocina italiana en sus restaurantes, cafés y tiendas gourmet. En el último piso funciona una cervecería artesanal.
Un particular proyecto de Meatpacking es lo que se llama el High Line, que se abrió en el 2009 y continúan en construcción. El High Line es una suerte de jardines elevados levantados sobre la antigua vía ferroviaria que se internan a modo de caminos entre los edificios del distrito y desde donde se tiene una hermosa vista de íconos del diseño en arquitectura como el edificio de la IAC, diseñado por Frank Gehry. Se extiende desde la calle Gansevoort en Meatpacking District entre las avenidas 10 y 11 y abre de 7 a.m. a 10 p.m.
En la misma dirección hacia el sur está en la 41 de Bleecker, Magnolia Bakery, una clásica pastelería que se volvió famosa no precisamente por sus cupcakes, sino por ser la dulcería frecuentada por Carry Bradshaw y sus amigas en la serie “Sex and the city”. A unas tres cuadras de distancia está también la calle Perry, donde está el departamento de Carry en la serie. Lo reconocerá fácilmente porque siempre hay chicas tomándose fotos en la fachada.
LAS CALLES DE SOHO Siguiendo en el down town está el Soho un barrio emblemático y un antiguo lugar de artistas. Cruzado por la avenida Broadway, el histórico distrito es todo caminable. Piérdase entre las calles Prince, Spring y Crosby. En la 80 Spring está el famoso Balthazar, un bistró que nunca pasa de moda. Lo ideal es reservar antes de ir, pero si cayó de sorpresa y no hay espacio, puede optar por la barra donde sirven bar de mariscos y una extraordinaria coctelería.
En la 9 de la calle Crosby hay otra grata sorpresa, el hotel Mondrian. Hay que darse una vuelta aunque sea para conocerlo. En el último piso el bar tiene una gran vista de la ciudad.
Al otro lado de Soho, cruzando Broadway Oeste continúa la ruta por hermosas calles que vale la pena recorrer y es que en Nueva York la vida está en la calle, sobre todo cuando el clima es cálido. A unas cuadras del Broadway Oeste se llega a Greenwich Village, un apacible barrio. Su calle más famosa es la Bleecker, aquí es donde se mueve esta parte de la ciudad.
El verano ya llega a La Gran Manzana y en Washington Square llegan los músicos a tomar las plazas y parques para compartir lo mejor de la vida en esta ciudad.
BROOKLYN: BARRIO DE ARTISTAS En los últimos años, Brooklyn cambió mucho, motivo suficiente para darse una vuelta. Si no dispone de mucho tiempo para recorrer sus emblemáticos y extensos barrios, una buena opción es limitarse a atravesar a pie su emblemático puente, el Brooklyn. El imponente armazón de acero entrelazado acaba de cumplir 130 años. Apenas cruzándolo, hacia el norte, encontrará una pintoresca área conocida como Dumbo. Esta zona, llena de galpones y edificios industriales, fue convertida por artistas, arquitectos y diseñadores en espaciosos lofts. Hoy en día está lleno de galerías de arte alternativas, tiendas chic y de antigüedades, remodelados bares, cafeterías y excelentes restaurantes, como la pizzería Grimaldi’s. No puede dejar de visitar la ribera del East River, desde donde obtendrá una increíble vista de los puentes de Brooklyn y Manhattan. Las calles de Dumbo también han fungido como localizaciones de diversas películas.
HARLEM: MANHATTAN TRADICIONAL Hace ya un tiempo que Harlem forma parte de la agenda de los turistas y es que empresas como NYP Tours organizan recorridos por la parte norte de Nueva York que era conocida solo en las películas.
El viaje incluye un paso por el Cotton Club, uno de los más antiguos y clásicos clubes de jazz de la ciudad que tienen como día estelar el lunes.
El tour continúa por sitios emblemáticos como el Apollo y culmina en una iglesia donde hoy se da el famoso Gospel, que es donde los afroamericanos celebran la misa con cantos y música en vivo. Otro Manhattan que hay conocer.