A tres horas de Cusco, el puente de Q’eswachaka, que cruza el río Apurímac, se ha convertido en un atractivo que viene ganado fama entre los viajeros. La razón: se trata del último puente colgante de la cultura inca, por lo que cruzarlo es una experiencia única para cualquier turista.
Ubicado en el distrito de Quehue, en la provincia cusqueña de Canas, este impresionante puente elaborado de fibra vegetal (ichu) formó parte del Camino Inca. Su vigencia es de 600 años aproximadamente.
A 50 metros de altura, los 28 metros de largo y 1,20 de ancho del Q’eswachaka son todo un reto para los turistas. Por ello, cada año en el mes de junio, dicha construcción es renovada por las comunidades locales de Winch’iri, Chaupibanda, Ccollana Quehue y Perccaro. Es un ritual que tiene una duración de tres días.
El tour para visitar el puente, que fue nombrado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en el 2013, cuesta desde S/120 e incluye traslados ida y vuelta, así como el guiado. Puedes contratarlo en los operadores turísticos ubicados en la Plaza de Armas de Cusco. Además de esta construcción inca, el recorrido te llevará a conocer las lagunas de Pomacanchi, Acopia, Asnaqocha y Pampamarca.