"Who Killed Little Gregory?" se une a la colección de Netflix en series documentales basadas en crímenes reales. Foto: Difusión.
"Who Killed Little Gregory?" se une a la colección de Netflix en series documentales basadas en crímenes reales. Foto: Difusión.
Juan Luis  Del Campo

Noticias de niños muertos hay, desafortunadamente, casi todos los días; al punto de que varias de estas historias pasan desapercibidas. Pero hay casos que contienen los elementos claves, la llamada “fórmula perversa”, que los convierte en un fenómeno nacional o incluso mundial. Ocurrió en 2007 con la desaparición de Madeleine McCann cuando tenía cuatro, en 1996 con el asesinato de JonBenét Ramsey de 6 años, y pasó en 1984 con Grégory Villemin; niño francés de cuatro años cuyo homicidio es el eje central de la nueva seriedocumental de ”.

Una historia real

La serie documental de cinco partes nos remonta a aquella fatídica tarde del 16 de octubre de 1984 cuando, horas después de ser reportado como desaparecido, el cuerpo de Grégory Villemin apareció en el río Vologne, en la cordillera de los Vosgos. El incidente había sido el punto final de dos años de llamadas y cartas amenazantes a los padres del menor, Jean-Marie y Christine, por parte de un misterioso individuo identificado luego como “El cuervo”; apelativo sacado de película clásica francesa de 1943.

“El cuervo” parecía conocer información íntima de la familia de Villemin y albergaba un gran resentimiento hacia Jean-Marie, a quien se refería como ‘jefecito’ por su trabajo como capataz en una fábrica local. El 17 de octubre, un día después del infanticidio, envió su última carta:

"Espero de que mueras de tristeza pronto, jefe. Incluso tu dinero no puede traer de vuelta a tu hijo. Esta es mi venganza...", decía la misiva.

Bernard Larouche fue el principal sospechoso del crimen. Murió asesinado por el padre de Grégory, Jean-Marie, luego de ser liberado por las autoridades. (Foto: Netflix)
Bernard Larouche fue el principal sospechoso del crimen. Murió asesinado por el padre de Grégory, Jean-Marie, luego de ser liberado por las autoridades. (Foto: Netflix)

Durante los cinco capítulos de la serie se explora cada uno de los detalles del caso, incluyendo las circunstancias de la muerte del pequeño; como lo que pasó con el primer sospechoso del crimen, Bernard Larouche (el tío del pequeño), y su liberación meses después por el cambiante testimonio de una testigo clave, Murielle Bouche. También muestra cómo errores del juez Jean-Michel Lambert llevaron la investigación a puntos muertos, obligando a que el proceso vuelva a empezar varias veces.

La venganza

La segunda mitad de la serie es marcada por el asesinato de Larouche por parte de Jean-Marie Villemin, así como las sospechas que recayeron sobre Christine Villerin, madre de Gregory, quien se convirtió en "la mujer más odiada de Francia”. También conocemos qué pasó tras la liberación de Jean-Michel luego de cumplir su condena; así como el estado final de la investigación, reabierta en 2017, sin todavía encontrar al verdadero culpable.

A diferencia de otras series documentales de Netflix, en “Who Killed Little Gregory?” los realizadores no entrevistaron a los familiares de la víctima, reacios de hablar frente a las cámaras tras décadas de acoso por la prensa. En cambio, la serie muestra a los periodistas, policías, abogados e investigadores que le dedicaron años de su vida a la saga. Es desde su perspectiva que no solo vemos el desgaste de todos los involucrados con la ‘maldición de Villemin’, sino la desintegración de una familia y la insaciable obsesión de la sociedad y prensa sensacionalista por el caso.

Christine Villemin, madre de la víctima, fue otra de las sospechosas del crimen. Sin embargo, posteriormente fue completamente absuelta de los cargos.  (Foto: Netflix)
Christine Villemin, madre de la víctima, fue otra de las sospechosas del crimen. Sin embargo, posteriormente fue completamente absuelta de los cargos. (Foto: Netflix)

La serie limitada de Netflix es una segura recomendación a todos los amantes del ‘true crime’, y si bien nadie saldrá satisfecho de las conclusiones en la serie, es a veces necesario revisitar el horror y dolor causado por casos como la muerte de Grégory Villemin; narrado de manera fascinante pero también voyerista, no solo para no olvidar, sino para mantener presente a la víctima y continuar buscando justicia por un inocente. Como la fotógrafa Susan Sontag decía, “La memoria es, dolorosamente, la única relación que podemos sostener con los muertos.”

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