Es de noche y la abogada Jennifer Walters regresa a casa. Las últimas semanas han sido complicadas, pues los medios de comunicación la difaman y ha perdido el trabajo. De las sombras surgen hombres que la atacan y, tras unos segundos de pánico, ella recuerda algo: ahora tiene superpoderes y su nombre es She-Hulk. Así es una de las primeras escenas de la serie, que disponible desde este jueves por Disney+, ofrece otro enfoque al universo Marvel. Uno más cómico, pero también con los pies en la tierra.
Una conversación con Tatiana Maslany, protagonista de She-Hulk
Tras los sucesos de “Avengers: Endgame”, Jennifer Walters (Tatiana Maslany) y su primo superhéroe Bruce Banner (Mark Ruffalo), más conocido como Hulk, tienen un accidente de auto. En el caos, la sangre del vengador entra a su cuerpo y la transforma. ‘Jen’ abandona su metro sesenta de estatura y alcanza los dos metros, aumenta masa muscular, adquiere fuerza sobrehumana y su piel se pone verde. Al poco tiempo, un periodista la bautiza como She-Hulk.
Verde, pero cálido corazón
La canadiense Maslany (36) le debe su carrera a la ciencia ficción. Del 2014 al 2017, interpretó a Sarah Manning y sus múltiples clones en “Orphan Black”; serie donde lució su amplio rango de habilidades actorales que, eventualmente, la llevaron a ganar el Emmy a Mejor actriz dramática. A pesar de la experiencia, ella no necesariamente estaba a bordo con la idea de interpretar a un personaje como este.
“Nunca me he sentido identificada con un superhéroe”, contó Maslany a El Comercio por medio un Zoom. Es la humanidad del personaje, plasmada desde el guion, la que terminó de convencerla. “(A Jen) estaban pasándole muchas cosas con las que me siento identificada, al igual que muchos de mis amigos en sus veinte o treinta años están pasando. Se sintió como un enfoque único en la historia”, dijo.
Mientras el héroe clásico de Marvel está alejado de su familia o es huérfano, Jennifer es de la generación que abraza sus vínculos. Ahí está su padre, que todavía quiere protegerla, o sus amigos, esa familia elegida. “Ella tiene un puñado de gente clave con la que se siente a salvo. Y no es la persona más socialmente amigable, lo cual, cuando se convierte y es conocida y admirada por muchas otras personas, es abrumador”, cuenta la actriz.
También hay otro enfoque para interpretar al personaje, el de una mujer en posición de poder cuyas cualidades humanas y profesionales son cuestionadas como jamás pasaría con un hombre situación similar. “Creo que ocupar el espacio que ocupa como She Hulk es una gran metáfora de una mujer caminando en un espacio y adueñándose de él (por mérito propio) y su propia lucha con eso. Su propio intento de negar eso sobre sí misma, luchar con el hecho de que tiene tanto poder”, dice Maslany.
Pero también hay momentos luminosos para el personaje, como el que comparte con una famosa cuyo nombre no revelaremos aquí, pero que representa una declaración de intenciones para la serie: no hay que tomarse las cosas tan en serio.
"Creo que ocupar el espacio que ocupa como She Hulk es una gran metáfora de una mujer caminando en un espacio y adueñándose de él (por mérito propio)".
“Sensational She-Hulk” (1989-1994)
Aquí Jennifer Walters no solo se porta como una heroína, también le habla al lector. Escrito y dibujado por John Byrne, gran parte de su éxito lo debe al trabajo de la editora Renee Witterstaetter, cuya guía ofreció el necesario punto de vista femenino a la historia, balanceando provocación e ingenio.
“She Hulk” (2004-2007)
El cómic que redefinió a Walters para la nueva generación. En parte cómic de acción y en parte comedia legal, el guionista Dan Slott muestra a un personaje tridimensional que tiene que equilibrar su vida en las cortes, en el campo romántico y en su otro trabajo, como heroína en Nueva York.
La mente del músculo
En las series de Marvel Studios la trama no empieza rápido y, cuando por fin hay emociones fuertes, llega el final. Con “She-Hulk” esto no pasa, pues estamos ante una serie en el sentido clásico; como las de antes del streaming: episodios autocontenidos, momentos que empujan a ver el próximo capítulo. Jessica Gao, guionista principal y productora ejecutiva, le debe este estilo a su trabajo en comedias irreverentes, trátese de “Robot Chicken” o “Silicon Valley”.
“Quería hacer una serie que era episódica, porque funciona muy bien con el formato de media hora. Quería que la gente vea un episodio y sientan que vieron una historia completa”, nos cuenta la escritora, cuyo trabajo más destacado está en la serie animada “Rick and Morty”, donde escribió el famoso episodio de Rick pepinillo.
El recurso que caracteriza su trabajo en “She-Hulk” es conectar a la heroína con el espectador, pues ella le habla a la cámara y reconoce su rol como un personaje más. Rompe la “cuarta pared” invisible que separa la ficción de la realidad. Gao asegura que debió moderarse en este sentido, porque si por ella fuera tendría a Jennifer hablándole a la cámara en cada escena.
La diversión es parte del trabajo, pero también es una forma de enfrentar la injusticia, como la conducta tóxica del hombre contra la mujer; que en esta serie es representada en su dimensión cotidiana. Pero en lugar de los músculos de Walters, el arma de elección es el ingenio de Gao. “Es algo hermoso ser capaz de tomar algo que fue hecho para atacarnos y convertirlo en contenido para nuestra serie”, dice. She-Hulk no es real, pero aun así ya es la campeona de las oprimidas.
Puedes un nuevo episodio de “She-Hulk” todos los jueves desde el 18 de agosto en la plataforma Disney+.