“Miitiin”, serie web peruana sobre el home office por cuarentena. (Foto: Difiusión: Miitiin)
“Miitiin”, serie web peruana sobre el home office por cuarentena. (Foto: Difiusión: Miitiin)
Rodrigo Moreno Herrera

En el sector audiovisual mientras unos prefieren esperar a que pase el temporal para definir propuestas, otros se reinventan sobre la marcha y empiezan a generar contenido acorde a la coyuntura. Uno de estos proyectos es “Miitiin”, la nueva comedia creada y dirigida por . Se trata de una producción hecha bajo las restricciones propias de la cuarentena, aunque sin limitaciones a nivel creativo.

Al igual que muchos cineastas, Rodríguez asegura que su necesidad por narrar historias inevitablemente lo llevaría a concretar la idea inicial con la que concibió “Miitiin”. Por más que ahora deba lidiar con el estrés que demanda su cargo, confiesa sentirse muy a gusto con el equipo de trabajo que tiene. Conocido también por sus películas “Rómulo y Julita” y “Aj! Zombies”, el director conversó con El Comercio y ofreció detalles acerca de lo que implica aventurarse en un rodaje de manera remota.

Al poco tiempo de estrenar “Rómulo y Julita” en cines comenzó la cuarentena. ¿Qué otros planes se vieron afectados por esta crisis?

Se han complicado varios compromisos pendientes para los siguientes meses. Había iniciado el rodaje de una nueva película y tuvimos que detenerlo tras la primera semana porque empezó la cuarentena. Pensamos que volveríamos en quince días pero no fue así. La grabación iba a durar cuatro semanas. Me quedé sin chamba porque mi trabajo era hacer esa película. Por otro lado, los encargos que me llegaban en el ámbito publicitario también se han caído. Por ahora trato de avanzar guiones en casa. Para quienes hacemos cine es muy complicado porque necesitamos a más personas.

En esta época, la mayoría de esfuerzos en el sector audiovisual peruano se han enfocado en temas utilitarios e informativos. ¿A qué se debe tu apuesta por la ficción?

Pienso que todos tenemos la necesidad de distraernos. Las medidas de prevención no nos permiten salir a rodar, así que hay muchos actores y técnicos dedicados a la televisión, al teatro y al cine que están en sus casas sin poder trabajar. Algunos han sido contratados por el Estado para tareas puntuales pero la gran mayoría ha visto paralizada su actividad. Por eso queríamos reflejar lo que ocurre actualmente. Tenemos las ganas de aliviar esa carga ofreciendo un poco de humor.

Es decir, era casi inevitable que inicien un proyecto así, incluso con todas las dificultades que implica un rodaje a distancia.

Claro, es una necesidad. Los que estamos en este proyecto no somos animadores, estamos acostumbrados a trabajar en el set. Cuando llamé a varios de ellos, antes de contarles la idea ya me decían “dime, ¿tienes algo?”. Había una necesidad de volver a trabajar. Es una opción en medio de esta crisis. Ahora nos mantenemos en comunicación constante. De lunes a domingo compartimos las ideas que tenemos. Es lindo continuar en lo que nos gusta a distancia. Hay mucho esfuerzo detrás.

¿Es una preocupación competir contra las ofertas de las plataformas de streaming y el resto de opciones que hay en YouTube?

En realidad no hemos pensado en eso. No hay una idea de competencia. Por más que en otras partes del mundo puedan estar haciendo cosas similares, sentimos que es algo original en nuestro medio. No podríamos competir con proyectos que se estrenan recién en streaming y que han sido hechos en diferentes condiciones. Además, no recibimos ingresos por esto. No hemos tocado puertas ni hemos hecho una búsqueda de auspicios o financiamiento. Nos interesa que se desarrolle bien el producto y a partir de ahí veremos qué posibilidades hay. Seguimos explorando el formato. Pero incluso si me dijeran que jamás ganaríamos un sol con esto, igual no nos detendríamos. Es mejor crear un producto y lanzarlo al mundo a cambio de nada, que no hacer nada.

¿Han considerado llevar una propuesta similar a la señal abierta?

Por ahora no lo hemos presentado a ningún canal. Sería interesante si alguien nos pregunta. Podría funcionar si se le añaden algunas modificaciones. Creo que en España ya se está haciendo eso para señal abierta. Acá también se ha visto un poco de eso con “Wantan Night”, por ejemplo. Es posible que sea sostenible una grabación desde casa.

¿Cómo se organiza un equipo de producción de manera remota?

Quienes están en esto son grandes profesionales de este sector. Llevo años trabajando con ellos y sabemos organizarnos. Coordinar a distancia es complicado y a veces genera frustración por cosas que escapan de nuestras manos, pero gracias a la tecnología disponible logramos sacar adelante el proyecto. Primero yo entrego el guion los lunes. Otro guionista lo revisa después. Luego es el turno del productor de hacer anotaciones. Lo siguiente es conversarlo con los encargados de la postproducción. Vemos qué es viable y qué no. Junto con los actores hacemos un tour por sus casas con Zoom y elegimos dónde grabar. Leemos el guion con ellos y hablamos de las propuestas que puedan tener. Al final todos podemos ver los avances y seguimos de cerca el proceso. Es una locura pero es bastante divertido.

Pero todas esas etapas en conjunto duran más de una semana.

Sí, por eso es que tenemos dos procesos en simultáneo. La preproducción de un capítulo se hace a la par de la postproducción del anterior. Lo ideal habría sido tener ya listos los guiones de todos los episodios para avanzar de manera ordenada. Por ahora así manejamos las cosas, aunque esperamos tener más calma en algún momento para tomar decisiones. Esta semana estamos grabando dos capítulos por primera vez, así que eso nos da cierto margen para lo que viene.

¿Cuál ha sido la parte más complicada?

En un principio tuvimos una brecha tecnológica a la cual sobreponernos. Por otro lado, había que adaptarnos a esta nueva forma de grabar. Los actores están acostumbrados a asistir a la locación, donde los maquillan y alistan. Ahora ellos se visten y se decoran por sí mismos. A pesar de que los asesoramos a distancia, no es lo mismo que hacerlo de manera presencial. También se deben encargar del encuadre, de la iluminación. Hay que explicarles cómo preparar la cámara para que la imagen esté correctamente expuesta. Al comienzo eso es difícil pero luego ya se van adaptando. Pero ese tipo de obstáculos hace que se vuelva más interesante y que tenga un poco más de adrenalina.

¿"Miitiin" se convertirá en un proyecto a largo plazo?

Al principio acordamos con el equipo técnico y artístico completar seis capítulos. Luego de eso tendríamos que discutirlo. El grupo tiene que decidir. Pero de algún modo u otro, estoy seguro de que seguiremos trabajando juntos por la energía que siento. Con tanta incertidumbre es complicado tomar decisiones. Hemos tenido varias fechas de fin de cuarentena que se han aplazado. El rubro audiovisual puede que tarde en retomar sus actividades, así que habrá que plantearse varias interrogantes.

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