Esas tres campanadas resonaron como la melodía más dulce y esperanzadora que Sofía Bogani (Lima, 1982) jamás había escuchado. Tras varios meses de arduo tratamiento, la actriz tocó la campana como símbolo de su valiente victoria en la lucha contra el cáncer de mama. Con ese gesto, cerró el capítulo más desafiante y aleccionador de su vida, y abrió la puerta a un “renacer” lleno de nuevos proyectos y oportunidades. “Reconecté con mi mundo, con un entorno que está bonito, y viendo hacia dónde me lleva la vida”, afirma.
A mediados de abril del 2023, Bogani descubrió un bulto en uno de sus senos. Una primera ecografía reveló que se trataba de un nódulo con características malignas. Ante este desalentador resultado, abandonó de inmediato sus proyectos laborales en México y regresó al Perú para iniciar su tratamiento.
“Era un cáncer en estadio 1, un estadio temprano. Pude detectarlo a tiempo gracias a que mi cuerpo me avisó. Sentía dolor en el seno, cansancio y una pesadez anormal. Llegué a Lima con un solo tumor, pero este se dividió, formando otro más pequeño y también afectó ganglios. Un mes y medio después de la detección, me operaron”, narra.
Después de la mastectomía, el tratamiento de Sofía continuó con sesiones de quimioterapia. Tras la tercera sesión, el cáncer había sido completamente erradicado, sin embargo siguiendo la recomendación médica, recibió dos sesiones más de quimio, pero con la mitad de la dosis inicial.
“Luego seguí con 15 sesiones de radioterapia y la terapia biológica, que recién ha terminado. Cuando me dijeron que ya no tenía nada, que estaba limpia, toqué la campana. Me sentí feliz, pero terminé temblando y llorando porque es un proceso muy difícil. Que te digan que estás limpia y que lo difícil ya pasó, emociona demasiado”, asiente.
Durante los próximos cinco años, la actriz tendrá que someterse a una terapia hormonal y ser inducida a la menopausia para reducir el riesgo de recurrencia del cáncer.
“Me duermen los ovarios para que mi cuerpo no genere estrógeno. Es un tratamiento leve, solo me produce calores y algún cambio de humor. Luego vendrá la operación de reconstrucción, programada para agosto o septiembre”, cuenta la actriz que encarnó a Jenny Ramírez en la teleserie “Así es la vida”.
Pausa necesaria
La enfermedad obligó a Sofía a hacer una pausa en su vida y a disminuir su agitado ritmo laboral. Fue un proceso difícil, pero al mismo tiempo, una etapa de reconciliación consigo misma, con su familia, sus amigos y con Lima, asegura.
“Antes, cuando regresaba al Perú, solo me quedaba 10 o 12 días. Este tiempo me permitió reconciliarme con mi ciudad. También me ayudó porque me estaba separando de mi esposo. Es muy loco; cuando enfrentas una situación así, sea cual sea la enfermedad o lo que te impida vivir tu vida como antes, comienzas a valorar otras cosas y a conocerte mejor”, enfatiza.
Reconoce, además, que lo más difícil del proceso fue mirarse al espejo después de la mastectomía y enfrentarse a la pérdida de cabello, cejas y pestañas debido a la quimioterapia.
“Pero esa parte difícil la entendí y empecé a verme desde otro lado. No te voy a negar que tuve miedo a lo que venía, a lo que me enfrentaba, a lo que podía pasar, a esa pausa de vida”, confiesa
Tras superar el cáncer, las prioridades en la vida de la actriz han cambiado, y ahora pone límites claros sobre lo que permite y lo que no, sin preocuparse por lo que piensen los demás. El cambio más significativo ha sido ponerse a sí misma como prioridad, sin ser egoísta ni perjudicar a nadie, simplemente reconociendo su propio valor.
“Fue un año complejo, muy personal y lleno de autoconocimiento. Ha sido la primera vez que realmente he estado conmigo misma. En este proceso, estoy tratando de descubrir cosas nuevas, de decidir qué hacer conmigo, de evaluarme y cuestionarme sobre lo que quiero y hacia dónde voy”, destaca. “Estoy cerrando un ciclo y dejando atrás los 41 años que viví para comenzar una nueva etapa en mi vida. Me metí a estudiar coaching y voy a dirigir junto a Jesús Álvarez Betancourt la obra ‘Coco & Emma’. Hoy me siento poderosa y mucho más fuerte de lo que nunca imaginé”, subraya.
Sofía Bogani está como asistente de dirección
Fecha: 3 de agosto
Lugar: Teatro Sala Alzedo.
Día: Sábados y domingos a las 4:00 p.m.
Entradas a la venta en Joinnus.