Durante estas últimas semanas, Ethel Pozo (Lima, 1980) desafió al tiempo. Trabajó contra el reloj, casi sin descansar, pero fue más feliz que nunca. Con “Maricucha 2” cumplió un deseo parcialmente relegado. “Mi sueño siempre fue actuar. A los 18 años me visualicé siendo actriz, no conductora”, asegura. Más de dos décadas después, aquellas imágenes tomaron forma. “Entré a un mundo en el que mi corazón palpita”, enfatiza.
A Pozo Valcárcel se le iluminan los ojos al hablar de Afrodita, su divertido personaje en la sintonizada producción de Del Barrio. “Han sido casi dos meses complicados en horarios. Dividí mi vida entre mi familia, la conducción, la actuación y los guiones. Pero cuando haces lo que te gusta estás feliz. Y este es un personaje sumamente divertido y rico. Pasa por distintas emociones. Es una mujer de Cajamarca a quien le tocó llorar y reír al mismo tiempo”, señala.
─Hay quienes piensan que te dieron el papel porque eres cuñada de Michelle Alexander. ¿Cómo llegaste a “Maricucha 2″?
La directora Ani Alva es quien me llama. Con ella hice “Loco cielo de Abril” y “No me digas solterona 2″. Seguro vio algo en mí, le gustó mi trabajo o, simplemente, vio que Afrodita era un personaje que iba con mi perfil. También dicen que ingresé a esta telenovela porque mi esposo es el productor. Y eso es falso. Él es productor de “Luz de Luna”, una telenovela exitosísima también.
─¿Cómo construiste a Afrodita?
Me nutrí de varias cosas para crearla: recurrí al lado de Cajamarca de Janet Barboza, y con Christian Domínguez, que tiene familia, buscamos palabras claves que usan los padres. El aspecto maternal salió de mí. Busqué varios recursos. Amé al personaje.
─¿Te costó hacer la escena del beso con Christian Domínguez?
Ha habido escenas más difíciles que la del beso, como la competencia de baile porque nunca he bailado. El beso sirvió para que todo el mundo esté pendiente, hasta los programas de la competencia la pusieron. En TV todo es publicidad.
─¿Habrá “Maricucha 3″?
No lo sé. Esa pregunta te podrían responder los directores. Yo solo fui una trabajadora más.
─¿Estás viendo otros proyectos de actuación?
Estoy a la espera de que se presente algo porque quiero seguir en este camino que volvió a conectarme conmigo misma. Me encanta actuar, y me he preparado para ello; pero no es una carrera fácil. Llevé talleres de actuación con Roberto Ángeles, Aristóteles Picho, que en paz descanse, Jaime Lértora y Bruno Odar. La he luchado. Hice casting para “Mi amor el wachiman 2″, también para “Cero en conducta”. El papel lo obtuvo Alexandra Graña. Siempre he querido ser actriz. Antes de “Maricucha 2″ solo obtuve roles muy pequeños o de extra en las películas “Loco cielo de Abril”, “Tinta Roja”, “Papá X Tres” y “No me digas solterona 2″.
─Cuando tenías 6 años dijiste que de grande querías ser como tu mamá. ¿Sientes que lo conseguiste?
Sobre eso han habido muchas interpretaciones. A esa edad no me refería a ser animadora o estar en TV. Dije que quería ser como mi mamá y luego monja, en referencia a las obras sociales, algo que aprendí desde muy niña.
─¿Te gustaría hacer una dupla televisiva con tu mamá?
Ella es de estelares, yo prefiero algo más sencillo. Mi mamá es la reina, es un ícono de belleza y de todo. No necesita a nadie a su alrededor.
─¿Es verdad que prefieres la actuación que la conducción porque al conducir un programa sientes que tu vida privada está expuesta?
En “Mi mamá cocina mejor que la tuya” no lo siento así, pero sí en “América Hoy” porque tienes que dar tu opinión sobre diferentes temas y hechos. Hay casos que tocan, que son muy fuertes sobre los que no me gusta hablar. Y es más difícil aún cuando tienes que hablar de gente que conoces. Por eso siempre les pido a mis compañeros conductores que, por favor, se porten bien, que no hagan cosas malas porque luego tengo que hablar sobre ellos.
Como en el caso de Melissa Paredes y, recientemente, de Richard Acuña y Brunella Horna. Y en ambos recibiste críticas. Magaly dijo que tu entrevista con Melissa no fue objetiva.
Fui lo más objetiva posible. Le pregunté de todo, hasta si era más mujer que madre. Cuando se dio la entrevista no nos hablábamos. Literalmente, llegué a su casa sin hablarle. Pude entrevistarla porque estudié para eso. A mí me gustó la entrevista.
─Magaly también te criticó por llorar durante el enlace con Brunella Horna y no preguntarle sobre Camila Ganoza. ¿Cómo recibes sus críticas?
No veo su programa por salud mental, pero leí lo que dijo. También leí que se quebró en vivo cuando leyó un comunicado días anteriores. Las emociones no se pueden parar ni juzgar. Quebrarse, conmoverse, es válido. Me estaba despidiendo de alguien a quien le tengo mucho cariño y no sé si la volveré a ver en pantalla. Fue una despedida. Soy un ser humano transparente y emocional.
─¿Crees que detrás de las críticas de Magaly hay un trasfondo personal? ¿Crees que te critica por ser la hija de Gisela Valcárcel?
Sin duda. De todas maneras. Le escuché decir que me criticaba porque estoy en televisión y que su hijo no lo está. Cuando tenía 15 o 16 años me ponía apodos por mi peso. Entonces, no me critica porque estoy en televisión sino porque hay un tema con mi mamá que no sé cuál es. La verdad es que no le hago daño a nadie y no le deseo el mal a ella.
─¿Qué te parece como periodista y conductora de un programa de espectáculos?
Me parece que es la mejor periodista de espectáculos que tenemos. Sería incapaz de hablar mal de ella porque sé que es madre e hija, como yo.
─¿Cómo lidiar con las críticas?¿En algún momento pensaste en dar un paso al costado?
Hay días muy fuertes, pero pese a todo lo que me tocó enfrentar, nunca pensé en retirarme. Me pareció injusto, por ejemplo, que dijeran que hice llorar con mala fe a Gunter Rave, quien es mi amigo. Lo conozco desde hace muchos años. Jamás haría algo que lo dañara.
─¿Es verdad que tus hijas te hacen bullying cuando lloras en TV?
Yo me hago bullying (Ríe). Tengo mi sticker llorando. Nos reímos porque no hay que avergonzarse por llorar.
─¿Está en tus planes volver a ser mamá?
Me gustaría. Ojalá se dé.
─¿Cómo defines el momento que vives?
Un gran momento, porque tengo un hogar muy lindo, el cual siempre cuido y protejo; y la bendición de poder ejercer la carrera que me gusta. Solo le pido a Dios salud para seguir criando a mis hijas y cumpliendo mis sueños.