Robots con forma de animales. Esta es una de las características de la saga Transformers, con su nueva película El despertar de las bestias, y que se estrenará este año con efectos visuales sorprendentes. Sin embargo, más allá del mundo imaginario que nos regala el Cine, los robots animales ya son una realidad.
El pasado 2022 tuvo como peculiaridad la presentación de los robots humanoides de Xiaomi y Tesla, pero también tuvieron un espacio importante los robots zoomorfos (o zoomórficos), el nombre que recibe este sistema robótico que imita las funciones de ciertos animales.
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Quizá desde la Literatura, el Cine o el Arte había más facilidad para pensar en robots que imiten al ser humano, que aspiren a tener autonomía. Entonces, ¿por qué caracterizar a un animal? ¿Desde cuándo existen estos robots? ¿Qué tecnología utilizan y cuál será su límite?
“Desde los años 90 es que empieza una revolución con los robots de este tipo. Sobre todo en juguetes. Había muchos juguetes que caminaban solos y hablaban; pero ya con un uso más real es desde hace unos 15 años”, comenta James Nájera, director pedagógico de Technology Bit. Desde esa época hasta nuestros días hemos visto diferentes tipos de robots.
Uno de estos sistemas ha sido el pájaro robot presentado a fines del año pasado por la Universidad de Sevilla. Se trata de una nueva generación de drones denominados ‘ornitópteros’, unos pájaros robóticos bioinspirados, con capacidad de volar y posarse en ramas de forma totalmente autónoma.
Pero estas formas no son simples caprichos. Para el ingeniero José Oliden los robots fundamentalmente están para ayudar al ser humano en tareas de mayor esfuerzo o peligrosas. “Nuestro patrón es el humano y son los animales. ¿Por qué? Porque la naturaleza los ha adaptado para que puedan desempeñarse y desenvolverse de manera adecuada en su diversos ambientes. Entonces, si yo asumo que necesito una máquina que cumpla tareas en un ambiente determinado, lo más lógico será pensar en imitar a la naturaleza”, indicó el catedrático de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).
Y si hay una forma de robot que más ha llamado la atención, esa ha sido la del perro-robot, que imita la apariencia y los movimientos de dicho animal: tiene cuatro patas, corre, salta, pueden andar varios kilómetros y cumple diferentes funciones. Su origen se remonta al 2005, cuando Boston Dynamics presentó el BigDog, el primer gran proyecto de robot cuadrúpedo y con cierta autonomía.
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Las tres fuentes de tecnología
¿Cómo es que este tipo de robot imita a los animales? Tal como sucede en los robots humanoides, estas máquinas cuentan con tecnología muy sofisticada: sensores, cámaras, conectividad, materiales especiales, etcétera.
Nájera explicó en comunicación con El Comercio que cualquier robot está compuesto por tres grandes partes: estructura, electrónica y programación. En la primera nos encontramos frente a la parte que va a sostener al robot y le va a dar la forma. Puede estar compuesto por metal, plástico, madera, etcétera.
La segunda parte incluye la instalación de motores, cableado, placas, memorias, y en especial los sensores. Esto último hará que el robot pueda imitar algunas características de los animales. “Si queremos que el robot vea, podríamos ponerle una cámara; si queremos que de alguna manera sienta, podríamos ponerle un sensor de presión o de contacto”, indicó el especialista en robótica.
Y por último, la programación se convierte en la función transversal a todo lo que ya se había mencionado pues, según Nájera, “este robot no va a hacer nada más de lo que haya sido programado que haga, y ahí hay una gama muy amplia de lenguaje de programación”.
Por ejemplo, uno de los casos más conocidos en el 2022 es el robot llamado Cyberdog, la primera incursión de Xiaomi en la robótica animal. En cuanto a su programación, el robot cuenta con inteligencia artificial que lo ayuda a aprender de su entorno y procesar datos masivos capturados de su sistema de sensores.
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“El cerebro de CyberDog se alimenta de la plataforma NVIDIA® Jetson Xavier ™ NX, una supercomputadora de inteligencia artificial para sistemas integrados y perimetrales que incluye 384 núcleos CUDA®, 48 núcleos tensores, 6 CPU Carmel ARM y 2 motores de aceleración de aprendizaje profundo”, informó la marca china a este Diario. Pero esto no se podría realizar sin los 11 sensores que incluyen sensores táctiles, cámaras, sensores ultrasónicos, módulos GPS y más.
¿Y cuál es el resultado de toda esta tecnología en los robots? Oliden nos señala que “actualmente lo que se está haciendo son algoritmos muy especializados de caminatas, de comportamiento, de movimiento, y se está llegando a utilizar las redes neuronales, inteligencia artificial para hacer que estos robots se comporten óptimamente en la misión que se le esté encargando”.
Technology Bit es una empresa dedicada a la robótica educativa. Cuentan con un prototipo de perro-robot con el que escuchan las ideas de los menores, que les ayudó bastante durante la pandemia. "Yo usaría a mi perro robot para hacer las compras, porque cuando hubo la inmovilización, no podíamos salir. Otro otro niño nos decía que usaría el perro robot para que juegue, porque no podía salir a jugar, y una niña nos dijo que lo usaría para que pueda salir a pasear a otros perros", recordó James Nájera. Para esto cuentan con el apoyo de instituciones como LEGO.
Robots que se acomodan a las necesidades
Hay mucho detrás de cualquier robot. Nájera nos explica que los robots zoomorfos se podrían clasificar en dos grandes grupos: los domésticos, en donde encontramos robots de entretenimiento, juguetes y de ayuda; y los industriales, en donde figuran robots para la investigación o en misiones militares.
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Por ejemplo, en el primer caso se puede contar con perros lazarillos, que ayuden a los invidentes o también robots para uso educativo. En este campo, Technology Bit trabaja con niños que piensan que los robots podrían usarse para hacer las compras, para jugar o para pasear a otros animales.
En el área industrial, consideró que “asemejarlo con los animales puede permitir investigarlos mejor”. Sin embargo, en cuestión de misiones militares hay algunas observaciones. “Se estuvo dejando de lado por el ruido que hacía, hace unos 15 años. Los motores que existían generaban mucho ruido. Entonces en un campo de guerra, pues no vas a querer que haya sonidos”, indicó. Pero hoy en día hay otro tipo de rechazo.
El diario El Confidencial informó que Rusia convirtió un perro robot en un arma antitanque RPG-26, y que fue presentado en la feria de armas Army 2022. Y conseguir el robot solo costó 2.700 euros. Sin embargo, un grupo de seis fabricantes de robots autónomos, entre los que se incluye Boston Dynamics, se ha comprometido a no armar sus creaciones, defendiendo el uso en beneficioso para la sociedad que pueden tener en el futuro estos equipos.
Entonces, ¿cuál será el futuro de los robots zoomorfos? En películas, series y dibujos animados hemos conocido ejemplos de robots como armas letales o que cobran vida propia. ¿Hasta dónde se llegará con esta tecnología? “El límite será lo que le hayan dicho (al robot) que haga. Nunca va a ser como un humano, va a poder pensar o incluso como perro real te va a sentir o va a responder a un estímulo. El limite siempre será la programación”, indicó Nájera.
Los robots ya dejaron de ser solo parte de una imaginación futurista. Son una realidad que es mejor aprender. Y en el Perú también se explora la robótica, no en un nivel muy avanzado como lo están haciendo en otros países. “Nuestra robótica todavía es una robótica de aplicación”, explicó el docente de la UNI, aunque sí hay experiencias en algunas universidades de haber hecho robots, cuadrúpedos o bípedos. “No se han examinado del todo porque, probablemente, para nuestra realidad todavía queremos atender algunas necesidades industriales que son mucho más fuertes”, indicó.
Pero el camino de la robótica está abierto para todos. Queda recorrerlo.