La directora tecnológica de OpenAI, Mira Murati, junto a otros directivos, ha anunciado su renuncia en medio de la transformación de la firma de inteligencia artificial en una empresa comercial. La noticia llega durante una ronda de financiación en la que OpenAI, desarrolladora del popular ChatGPT, podría alcanzar una valoración de 150.000 millones de dólares, según medios estadounidenses.
Murati, quien fue brevemente directora ejecutiva tras el despido y posterior readmisión de Sam Altman, se despide de la compañía señalando la necesidad de explorar nuevos horizontes. “Me alejo para crear tiempo y espacio para mi propia exploración”, expresó la exdirectiva. Poco después, otros cargos como Bob McGrew y Barret Zoph anunciaron también su salida, citando la búsqueda de nuevas oportunidades.
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OpenAI, creada como una organización sin ánimo de lucro para trabajar en inteligencia artificial por el bien de la humanidad, formó una filial comercial en 2019 para financiar sus crecientes costos. Sin embargo, la reestructuración actual apunta a una empresa con fines de lucro, eliminando algunas restricciones de su modelo original y buscando atraer más inversión.
La compañía ha enfrentado una serie de cambios internos en los últimos meses. Altman ha asumido un papel más técnico, mientras que otros líderes, como el cofundador Ilya Sutskever, han dejado la firma para emprender nuevos proyectos. La estabilidad de OpenAI parece comprometida, y las recientes renuncias solo aumentan la incertidumbre.
Los planes de financiación incluyen otorgar a Altman un paquete del 7% del capital de la empresa, valorado en más de 10.000 millones de dólares. Altman anunció que seis empleados pasarán a reportar directamente a él, subrayando la necesidad de adaptarse al rápido crecimiento de OpenAI. “Los cambios de liderazgo son una parte natural de empresas tan dinámicas como la nuestra”, declaró.
Murati dejó palabras de agradecimiento para la compañía y sus fundadores. “Mis seis años y medio en OpenAI han sido un privilegio. Aunque no hay un momento ideal para irse, este es el momento adecuado”, afirmó. La salida de Murati y otros directivos se produce justo cuando OpenAI busca consolidarse como una de las startups más valiosas del mundo.
Con una valoración potencial de 150.000 millones de dólares, OpenAI se sitúa entre las empresas emergentes no cotizadas más valiosas, solo detrás de ByteDance y SpaceX.