Washington (EFE). Al menos uno de dos estadounidenses que contrajeron el ébola en Liberia recibió un "suero secreto" enviado para salvarles la vida, según informaron medios de prensa de este país.
El médico Kent Brantly y la trabajadora de salud Nancy Writebol desarrollaron los síntomas de ébola -fiebre, vómitos y diarrea- y los análisis de sangre confirmaron que tenían la enfermedad a finales de julio.
Brantley, de 33 años, fue trasladado el sábado pasado desde Liberia, a bordo de un avión privado en el que se adecuó un compartimento aislado, hasta la base Dobbins de la Reserva de la Fuerza Aérea en Atlanta, Georgia, y quedó internado en el Hospital de la Universidad Emory.
Según la cadena de televisión NBC, Writebol llegará el martes a Atlanta y será internada en el mismo hospital.
La organización de beneficencia Samaritan's Pure, con sede en Carolina del Norte, indicó que se había enviado a Liberia "un suero experimental, en una dosis suficiente para una persona", para el tratamiento de la enfermedad viral.
Según esa organización, Brantly, quien había notado los síntomas del mal una semana antes y se había impuesto una cuarentena, ofreció la dosis a la misionera Writebol.
"Grantly recibió una transfusión de sangre de un muchacho de 14 años que había sobrevivido al ébola", añadió Samaritan's Purse.
La cadena de televisión CNN y otros medios dan una versión diferente: tras llegar a Liberia las ampollas con el suero congelado, Brantly sugirió que se administrara la primera dosis a Writebol indicando que él, siendo más joven, tenía mejores probabilidades de resistir la enfermedad.
Cuando se deterioró la condición de Brantly -cuya dosis seguía congelada- los médicos optaron por darle tratamiento primero a él, y pronto empezó la mejoría. Writebol recibió una dosis y su reacción no fue tan prometedora como la de Brantly, por lo cual el domingo los médicos le dieron una dosis adicional.