La primera vez que escuché sobre el virus linfotrópico de células T humanas o HTLV (siglas en inglés de Human T-cell Leukemia Virus) fue a comienzos de los años ochenta, durante mi residencia de medicina oncológica en el Instituto de Enfermedades Neoplásicas en Lima (INEN). Había llegado un paciente de la sierra del Perú con un raro tipo de leucemia y que además presentaba parálisis de ambas piernas.
Los estudios demostraron que la leucemia había nacido del linfocito T, un tipo de célula de defensa. Recuerdo que, durante las rondas médicas diarias que hacíamos para discutir los casos, alguien mencionó que el enfermo podría tener el primer caso descrito en el Perú de una infección por el entonces recientemente descubierto virus HTLV.
Aparte de leer reportes científicos y responder ocasionales preguntas sobre esa infección en nuestros programas de radio o TV, no habíamos escuchado mucho acerca del HTLV, hasta que hace dos semanas –y a raíz de un informe que reporta que el 50% de ciertas poblaciones en Australia están infectadas con el virus– el doctor Robert Gallo, descubridor del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), llamó la atención de que millones de personas pobres infectadas por el HTLV en el mundo están prácticamente abandonadas. Hoy veremos qué es el virus HTLV –cuya infección
es relativamente frecuente en el Perú– y por qué es importante estar atentos a esta enfermedad.
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--- ¿Virus o retrovirus? ---
A diferencia de las bacterias, los virus no son seres vivos y eso porque carecen de la capacidad para generar su propia energía. Para reproducirse (o para ser más exactos, para replicarse), los virus tienen que tomar por asalto el aparato reproductor de una célula normal. Por otro lado –según el tipo de material genético que contienen–, los virus son de dos tipos: aquellos que contienen ácido desoxirribonucleico (ADN) o aquellos que contienen ácido ribonucleico (ARN).
Al estudiar la replicación viral, siempre se pensó que ese proceso seguía el orden observado en el laboratorio para la reproducción celular. Es decir que, al invadir la célula, el virus use primero su ADN o plano maestro para fabricar el ARN que se necesita para sintetizar los genes, los cuales son necesarios para producir las proteínas y así replicarse. En otras palabras, el orden es DNA, RNA, genes y proteínas.
Descubierto en 1979 por el Dr. Robert Gallo, el HTLV fue el primer virus que se replicaba de manera inversa. El HTLV sigue la secuencia RNA, DNA, genes y proteínas. Gracias a una enzima llamada transcriptasa inversa, este virus era capaz de formar ADN a partir de su propio ARN. Por eso fue llamado un retrovirus. Luego, en 1983, el mismo Dr. Gallo descubrió el retrovirus más famoso, el VIH.
La importancia de saber si un virus es un retrovirus es que pueden desarrollarse medicamentos que impidan la acción de la enzima transcriptasa inversa, medicamentos llamados antirretrovirales, los que –como estamos viendo en la infección por el VIH– permiten controlar la enfermedad.
--- El HTLV ---
Al igual que el VIH, que se piensa desciende de un virus simiano de inmunodeficiencia (SIV), se cree que el HTLV desciende de un virus
simiano llamado STLV y que el primer paso de ese virus –y su posterior adaptación al ser humano– se produjo en el África decenas de miles de años atrás. Se calcula que aproximadamente 20 millones de personas están infectadas en el mundo con el HTLV, y se observa curiosamente que la infección está más concentrada en ciertas regiones del planeta (África, América Central y del Sur, el Caribe, Asia y Australia). El Instituto de Medicina Tropical Alexander Von Humboldt calcula que la infección por HTLV-1 es relativamente común en el Perú, y existen alrededor de 300.000 infectados, especialmente en los Andes.
Al igual que el VIH, existen variedades del HTLV, las cuales se han bautizado con números. El más común –y el único que causa enfermedad en el ser humano– es el HTLV-1. El virus causa dos tipos
de enfermedad, las cuales pueden coincidir en una misma persona. Uno es un raro tipo de cáncer llamado linfoma/leucemia periférico de células T, en que se produce un cáncer originado en las células de defensa, llamadas linfocitos T. El otro es la paraparesia espástica tropical, en la que se produce una progresiva parálisis
de los miembros inferiores.
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Las formas de contagio son tres: de madre a hijo, a través de la lactancia materna; por relaciones sexuales sin protección; y transfusión de sangre contaminada. Al igual que el HIV, el HTLV-1 puede causar enfermedad después de muchos años de permanecer silencioso y sin síntomas, tiempo durante el cual es capaz de contagiar el virus.
A diferencia del VIH, parece que el HTLV está más adaptado a convivir con el ser humano. La prueba de esto es que un 90% de personas infectadas son portadores asintomáticos, es decir tienen el virus en la sangre (anticuerpos demostrables) pero nunca han desarrollado la enfermedad.
--- Corolario ---
El VIH no es el único retrovirus. El HTLV-1 es otro retrovirus que también causa enfermedad y muerte. Lamentablemente, la enfermedad está muy descuidada en términos de investigación, en prevención y búsqueda de tratamientos adecuados. En ese sentido, mientras que un paciente con VIH ya tiene antirretrovirales muy efectivos, un paciente con HTLV-1 –incluyendo en el Perú– está condenado a muerte. Sin duda, que este es un buen ejemplo de una enfermedad completamente ignorada.
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