Nueva York, (DPA) ¿Pueden dos enfermos contagiar a 320 millones de habitantes? En teoría sí, pero en la práctica, esto sólo ha sucedido hasta ahora en las películas catastrofistas de ciencia ficción. Sin embargo, el regreso a su país de uno de los dos estadounidenses infectados con el virus del ébola (una mujer infectada llegará en los próximos días) ha generado en sus compatriotas el miedo a la enfermedad.
Aunque según los expertos el riesgo de contagio es mínimo, en las redes sociales el temor prolifera tanto como las teorías conspiratorias. Incluso el millonario Donald Trump comento en Twitter que traer a los pacientes de ébola a Estados Unidos pone de manifiesto la incompetencia del gobierno de Barack Obama. "¡No deberían haberlos traidos a EE.UU!, declaró.
"@BarbaraSMayer: @realDonaldTrump You are right about the Ebola patients. It's a deadly virus, and they shouldn't bring them to the US."
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) agosto 2, 2014
"No quiero tener cerca de Estados Unidos a nadie con ébola", tuiteba también una mujer preocupada. "Los dos (enfermos) deben ser incinerados y regresados al país en una urna sellada, ¡punto!", escribía otro usuario.
"Atlanta está a sólo seis horas y conozco al menos a dos personas de allí", tuitea una ciudadana como si los dos pacientes fueran a ser trasladados al centro de la ciudad en lugar de al hospital. "Traer el ébola a Estados Unidos es la mayor mierda que jamás he oído", añadía el usuario ‘Quandra’. Y un tal ‘Idaho Stan’ recomendó comprar municiones antes que se desate la epidemia.
PRUEBAS DE LABORATORIO
Por supuesto, el objetivo de la mayoría de dardos es para quienes se encargan de tratar a los pacientes e intentar tranquilizar a la población: los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). "¿Qué el ébola viene de África? Yo creo que viene de los laboratorios de los CDC", afirma ‘Lalava1’. Otro usuario identificado como ‘Stacy’, sí cree que el ébola viene de África, pero opina que los CDC traen a los enfermos al país sólo "para probar su cámara de aislamiento".
Por su parte el virólogo Bruce Ribner, de la universidad de Emory, afirmó que las medidas de seguridad han sido tomadas. "Yo voy a ser uno de los pocos que tendrá contacto directo con los dos enfermos". Además, añadió estar confiado de no contraer la enfermedad. "Y no estoy preocupado por mi salud ni por la de nuestro personal médico".
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