La Agencia Espacial Europea (ESA) puso en órbita el satélite LISA Pathfinder, que forma parte de una misión espacial que busca detectar ondas gravitacionales y así comprobar uno de los aspectos de la teoría de la relatividad general de Albert Einstein.
"Estas investigaciones sirven para entender mejor el mundo en el que vivimos", dijo el director general de la ESA, Johann-Dietrich Wörner. "Las teorías de Einstein siguen siendo hoy extremadamente impresionantes", aclaró.
Paul MacNamara, el jefe del proyecto en la ESA, mostró su alegría porque "tras muchos años de desarrollo y pruebas en la Tierra, por fin llega el bautizo de fuego, que solo puede tener lugar en el espacio".
El satélite recopilará información para preparar el gran observatorio espacial europeo, que se espera esté listo en 20 años.
LISA Pathfinder hará lo mismo que se pretende con el gran observatorio espacial dentro de 20 años, pero a una escala mucho menor. Cuenta con dos cubos, de dos kilos de peso cada uno, hechos de una aleación de oro y platino y situados a 38 centímetros. Un haz de luz láser entre ambos cubos servirá, según los planes, para detectar el posible efecto de las ondas gravitacionales.
Este satélite se situará a unos 1,5 millones de kilómetros de la Tierra en febrero. Allí comprobará las tecnologías de micropropulsión que se usarán para controlar esos cuerpos en el espacio, así como la fiabilidad de la medición láser.
Servirá, además, para comprobar la resistencia de los materiales y las estructuras que se quieren enviar al observatorio. No se espera que permanezca operativo mucho más de un año.
Las ondas gravitacionales son una de las fuerzas más difíciles de medir en el universo. Se propagan en el vacío a la velocidad de la luz y curvan el espacio como lo hacen en la superficie de un lago las ondas causadas por una piedra que se sumerge.
Según formuló Einstein en su teoría a relatividad general, todos los cuerpos acelerados emiten estas ondas gravitacionales, que serán mayores cuanto mayores sean la masa y la velocidad del cuerpo que las causa.
Aunque nunca se ha conseguido medirlas directamente, entre los astrofísicos apenas hay dudas de su existencia.
El satélite despegó a las 4:04 GMT (11:04, hora peruana del miércoles) de la base de la Guayan Francesa, a bordo de un cohete Vega.
El lanzamiento tuvo que retrasarse un día por problemas técnicos. Las actividades del LISA Pathfinder se supervisarán desde el centro de control Esoc que la ESA tiene en la localidad alemana de Darmstadt.
La agencia europea desembolsó "unos 430 millones de euros (más de 450 millones de dólares)" para esta ambiciosa misión que se inició en el 2004, según García. Los países participantes son Alemania, España, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Italia y Suiza.
Fuente: Agencias