Nueva York (AP). Quién no ha salido alguna vez a caminar para alejarse del estrés diario para estar solo con sus pensamientos. ¿Acáso no es agradable? Quizás no, según indica una serie de experimentos desarrollados por el psicólogo Timothy Wilson, de la Universidad de Virginia, y publicados en la revista "Science".
Los experimentos fueron realizados a varios estudiantes universitarios, a quienes se les pidio dejar a un lado sus celulares y otras distracciones. Los jóvenes pasaron entre seis y 15 minutos a solas en una sala poco amoblada del campus. Se les dijo que se entretuvieran con sus pensamientos, o se imaginaran haciendo una de tres actividades agradables, como senderismo.
La experiencia no fue exactamente paradisiaca. En una escala de nueve puntos de disfrute, su puntuación media estaba en torno a la mitad. Y aproximadamente la mitad de los participantes le dieron una puntuación intermedia o baja.
El experimento más desconcertante implicaba una descarga eléctrica. Primero, los estudiantes se dieron una descarga en el tobillo y evaluaron cómo de desagradable era. Luego se les dijo que si querían, podían volver a darse una descarga durante sus 15 minutos a solas.
De los 55 participantes, 42 dijeron que pagarían para evitar otra descarga. Pero cuando se quedaron solos, algunos decidieron dares la descarga de todas formas: 12 de los 18 hombres y seis de las 24 mujeres.
"Creo que muchos intentaban salir del aburrimiento con descargas", comentó Wilson. "Es sólo un signo de lo difícil que puede ser para la gente quedarse a solas con sus pensamientos. Esto no es algo que la mayoría de la gente encuentre muy agradable".