Esqueletos de hasta 15.000 años de antigüedad encontrados en Marruecos indican que los cazadores y recolectores de esa época padecían graves problemas de higiene dental, mucho antes de que apareciese la agricultura.
El 51% de los dientes de los restos de adultos hallados en las Cuevas de Taforalt tenían caries, señala la investigación publicada en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS) de Estados Unidos.
Los entierros de la región marroquí de Oujda tienen una antigüedad de entre 13.700 y 15.000 años y muestran un porcentaje más alto de caries que el de otros cazadores y recolectores. Esto se debe, probablemente, a que consumían bellotas y piñones, frutos secos ricos en hidratos de carbono fermentables.
“La mayoría de los ocupantes de esta cueva tenían caries y abscesos dentarios y deben haber padecido dolor de dientes y mal aliento”, señaló en un comunicado Isabelle DeGroote, quien participó en la investigación.
Las hipótesis anteriores señalaban que las caries habían aparecido con la agricultura hace unos 11.000 años.