La pequeña cueva de Danbolinzulo, situada en Gipuzkoa (España), contiene varias pinturas rupestres de animales de hace al menos 18 mil años, que fueron halladas el pasado mes de diciembre y autentificadas por miembros del Grupo de Prehistoria de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) y la Fundación Ikerbasque.
Las autoridades de Gipuzkoa ha decretado el cierre de la cueva para garantizar la conservación de estas pinturas rupestres del paleolítico: cinco figuras animales que pueden apreciarse de forma evidente (cérvidos y caprinos) y otras ocho que requerirán más tiempo identificar.
De los detalles del hallazgo han hablado Javier Maiz, de la asociación Antxieta Jakintza, que encontró las pinturas el 14 de diciembre de 2014, y Marcos García, experto de la Universidad del País Vasco.
La cueva de Danbolinzulo es una pequeña cavidad descubierta en los años 80, en la que entonces se recuperaron restos de cerámica prehistóricos, pero en la que pasaron inadvertidas las pinturas rupestres, que Maiz encontró en una revisión el mes pasado, tras lo cual los especialistas de la UPV-EHU e Ikerbasque se encargaron de analizarlas.
“No existe ni un solo hilo para poder dudar de su autenticidad”, ha asegurado Marcos García, quien ha explicado que, a falta de un estudio más preciso -tras una sola visita-, su ejecución se sitúa en un momento previo a los 18 mil años e incluso pudieran remontarse hasta hace unos 33.000.
CONTORNOS DE ANIMALES
Ha explicado que, entre los factores que hacen que no quepa duda de su datación, están el proceso de degradación de las pinturas rupestres, el recubrimiento de las figuras por depósitos (en este caso, calcita por la entrada de agua) y el trazado realizado en color rojo (óxido de hierro), únicamente del contorno del animal, alargado, muy desproporcionado y sin detalles anatómicos.
En algunas se reconoce un trazado punteado (posiblemente hecho con un dedo) y sólo una de ellas, la figura de un ciervo, presenta su interior relleno de rojo en tinta plana.
García ha destacado su similitud con otras cuevas de la cornisa cantábrica, también con trazados simples en color rojo, presencia de rellenos en interiores y ausencia de animales de clima frío.
“Su estudio abrirá nuevas prospectivas al conocimiento de este tipo de figuras, aportando información clave relativa a la cronología de las primeras fases del primer arte de la humanidad”, ha destacado García, que ha precisado que también se deberá discutir sobre su “sincronía o diacronía”, es decir, si las figuras se pintaron o no en el mismo momento.
Fuente: EFE