Con la ayuda del telescopio gigante CSIRO, el astrónomo australiano Keith Bannister se ponía a escudriñar todas las noches una fuente electromagnética de la constelación de Sagitario.
Buscaba algo en la Vía Láctea que fuera como un lente transparente y distorsionara lo que estaba detrás.
Y así terminó encontrando una gigantesca estructura invisible, cuya existencia solo se había insinuado en contadas ocasiones y por accidente.
Un ente transparente que flota en nuestra galaxia y que podría ser la clave para resolver uno de los grandes misterios del Universo.
Se trata de una masa del tamaño de la órbita de la Tierra alrededor del Sol y que se puede encontrar a unos 3.000 años luz de distancia.
Según Bannister, estos "bultos" se encuentran en el fino gas que está entre las estrellas de nuestra galaxia.
"Son como una copa de vidrio. Si ves a través de ellos lo que está detrás se distorsiona", agrega.
La casualidad de la primera vez
La primera vez que se tuvo conocimiento de estas estructuras fue en los años 80. Entonces, astrónomos observaban a diario una galaxia lejana y vieron cómo esta tenía un comportamiento extraño.
"Se hacía más y menos brillante", cuenta Bannister. "Y resultó que no era aquella galaxia la que se comportaba así, sino algo que se encontraba en nuestra galaxia que actuaba como un lente".
El tiempo pasó, la tecnología avanzó y este equipo australiano –que no trabajó con los científicos de hace 30 años– "cazó" uno de estos cuerpos extraños.
Su descubrimiento fue publicado esta semana en la revista Science.
"(Esto) podría cambiar radicalmente las ideas sobre este gas interestelar", dice Bannister.
Aunque, como ocurre con todo en la astronomía, Bannister señala: "Todo depende de lo que descubramos a continuación y de la forma exacta que tenga".
Si luce lisa, como una hoja de papel, no tendrá tanta relevancia. Pero si resulta ser ovalada, como una avellana...
"Si tiene esta forma y la razón por la que tiene esta forma se debe a la gravedad... si este es el caso... esto podría ser la solución a uno de los grandes problemas de la astronomía que es dónde está toda la materia normal del Universo", explica el científico.
En la astronomía hay al menos dos grandes problemas que no se han resuelto: uno es la materia oscura y el otro la materia bariónica.
"Y esto no es materia oscura", asegura el astrónomo.
"Gran experiencia"
"Los astrónomos piensan que el 4% del Universo está compuesto en esencia de átomos de cosas de las que estamos hechos; tú, yo, la Tierra, el Sol... cosas normales", explica.
"El problema es que los astrónomos no podemos encontrar esas cosas normales que pensamos deben estar ahí. Están perdidas y no sabemos dónde", destaca.
Si resulta que la estructura que acaban de descubrir tiene forma de avellana o pelota de tenis, entonces es probable que toda esa esencia o bariones se escondan dentro de estos lentes.
Pero Bannister se muestra cauteloso. "No estoy seguro de nada hasta que no lo mida (bien)".
Por lo pronto disfruta de la satisfacción de haber dado con esta estructura que tiene a muchos astrónomos –él incluido– desconcertados.
"Tengo tres hijos y cada día nos poníamos en el telescopio, y recibía los datos con mis hijos sentados en mi regazo. Ellos me preguntaban por lo que estaba ocurriendo y yo les mostraba la información que realmente no entendían", relata.
"Pero yo estaba emocionado y ellos estaban emocionados por estos datos hermosos que el telescopio nos estaba ofreciendo. Eso fue una gran experiencia", cuenta.