Para muchos el secreto de un buen matrimonio se encuentra en la fidelidad, la comunicación y proyectos en conjunto. Todo eso es cierto, pero aún hay algunas dudas que surgen en el camino de la investigación para conocer a las personas que pueden estar casados por buena cantidad de tiempo.
A pesar de ser un tema controversial, los científicos se han atrevido a evaluar características escondidas en nuestros genes para evaluar la personalidad de una persona para llevar una vida en pareja agradable.
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Con esta cuestión en mente, Joan Monin, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale, Estados Unidos, junto a su equipo, decidieron trabajar con 178 matrimonios de entre 37 y 90 años, a quienes les tomaron muestras de saliva para identificar sus variables genéticas y también preguntaron sobre qué tan seguros y felices se encuentran con su relación conyugal.
De esta forma concluyeron que, sin importar el tipo de experiencias de la pareja, si al menos uno de ellos tenía la variante del receptor de la oxitocina OXTR rs53576, habría una mayor satisfacción con su relación y se sentían seguros con su matrimonio.
El curioso papel del gen OXTR rs53576 (en su variante capaz de recibir más oxitocina) ya ha sido analizado por la ciencia. En investigaciones anteriores, señala El País, se demostró que quienes tenían esta variante del gen son mucho más sociales y empáticos que los demás.
La oxitocina es una hormona importante para ayudar a crear vínculos afectivos duraderos entre seres humanos. Grandes cantidades de esta hormona se libera a través de los pezones de las madres cuando alimentan a sus hijos, algunas han demostrado que su liberación es clave tras un encuentro sexual para fundar vínculos monógamos entre los animales.
Según los investigadores en su estudio, publicado en revista Plos ONE, el mecanismo que impulsa estas diferencias es una variación de un solo nucleótido (unidad mínima para crear el ADN) en el gen del receptor de oxitocina llamado OXTR rs53576.
“Este estudio muestra que cómo nos sentimos en nuestras relaciones íntimas se ve influido por algo más que las experiencias que compartimos con nuestros compañeros a lo largo del tiempo”, indica Monin. “En el matrimonio, la gente también se ve influida por su predisposición genética y la de su compañero”, agregó.
Sin embargo, esto no quiere decir que las personas que no tengan esta variante genética no sean capaces de construir relaciones monógamas estables y amorosas. Los científicos aclaran que la influencia del genotipo llegaba a apenas el 4% de la satisfacción en su matrimonio.
Hay otros aspectos, como las experiencias con parejas anteriores o la historia familiar, que tuvieron un peso más importante para calcular la satisfacción en el matrimonio.