El avance incontrolable del COVID-19 ha hecho que, en lo que va del año, se haya iniciado la búsqueda de un fármaco eficiente para el tratamiento de los pacientes severos y de una vacuna efectiva contra esta enfermedad. Por semanas aparecían informaciones (‘fake news’) sobre medicamentos con resultados iniciales muy auspiciosos, pero cuya efectividad no podía confirmarse con el paso del tiempo.
En estas circunstancias, en varios países –incluido el Perú– empiezan a escucharse voces que señalan la existencia de una solución eficiente: el dióxido de cloro o CDS.
El problema es que esta sustancia deriva de otra, conocida como suplemento mineral milagroso o MMS. Ambas están hechas a partir de lejía (cloro) y no hay evidencia que demuestre su efectividad para las dolencias que dicen curar (incluido el COVID-19). Además, están prohibidas por las autoridades sanitarias de diversos países.
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SOLUCIÓN NO MILAGROSA
El MMS –además de suplemento mineral milagroso, se le asignan otros nombres similares– lleva dando vueltas desde hace bastantes años, sobre todo en Europa.
Es una solución al 28% de clorito de sodio en agua destilada. Sus promotores aseguran que consumirla puede curar artrosis, diabetes, colon irritable, resistencia a la insulina, soriasis, eczemas, fibromialgia, esclerosis múltiple, úlceras, cáncer, osteoporosis, artritis reumatoide, migrañas, várices, pie diabético, infecciones, asma, sinusitis, alergias, gripes, hepatitis, leucemia, sida y otras afecciones.
“Todo empezó hace unos veinte años con James Humble, un exmiembro de la cienciología, que luego fundó su propia iglesia de salud y curación, empezó a promover el MMS diciendo que podía curar muchas enfermedades. Años después, una agente de bienes raíces de Chicago, Kerri Rivera, sugirió que la solución podía curar el autismo. Muchos empezaron a consumirlo y promover el producto. Los Centros de Control de Intoxicaciones de EE.UU. han recibido más de 16 mil casos de envenenamiento atribuidos al consumo de esta solución en los últimos cinco años, 50 de ellos potencialmente mortales y se han producido ocho muertes”, explicó el doctor Elmer Huerta.
SIN CURA TODAVÍA
Durante la pandemia, un video se hizo bastante viral. Un hombre llamado Andreas Kalcker asegura que el CDS era eficaz contra el COVID-19. “Es una solución del CDS que se produce desde el MMS, todos pueden hacerlo en casa [...] hemos podido ver que a los dos días con el dióxido de cloro hay una remisión total de los síntomas [del COVID-19]”, señala.
Kalcker, licenciado en Economía y doctor en Biofísica en Salud Alternativa, es uno de los más acérrimos promotores del CDS. Dice que ha hecho estudios que demuestran la eficacia de esta sustancia en otras enfermedades. Ahora, asegura que esa solución tiene la capacidad de curar el COVID-19.
El clorito de sodio se diluye en agua y se mezcla con un ácido suave (limón, por ejemplo), para generar el dióxido de cloro. Según sus seguidores, tiene un potente efecto desinfectante que destruye bacterias y patógenos, protege células y refuerza el sistema inmunitario. Pero no existe evidencia científica que avale tal información.
“[El clorito de sodio] tiene una serie de compuestos parecidos a los desinfectantes y a la lejía. Puede servir para limpiar superficies, pero no te va a ayudar en el uso personal en el cuerpo porque es tóxico. Por ahí no va la cosa. También hay algunas personas que dicen que debemos hacer gárgaras con ciertos productos, pero eso tampoco sirve. Las gárgaras no matan al virus [SARS-CoV-2], menos aun cuando se usan compuestos que nos son viricidas”, explicó a este Diario Alfonso Zavaleta, médico especialista en farmacología y profesor de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.
El epidemiólogo mexicano Daniel Pérez aseguró a AFP Factual que el dióxido de cloro es un agente efectivo para prevenir el esparcimiento del coronavirus, pero solo en superficies o en agua.
“El clorito de sodio y el dióxido de sodio son muy corrosivos. El clorito, al ponerlo sobre piel sana, produce quemaduras químicas. Inhalarlos, inyectarlos o consumirlos pueden generar daños a la salud, ni hablar de ingerirlo porque pueden causar una intoxicación”, advirtió.
MÁS DATOS
- El año pasado, la Digemid emitió una alerta en la que asegura que el MMS y el CDS representan un grave riesgo para la salud.
- Autoridades de EE.UU., Canadá, España y varios otros países han prohibido su uso como medicamento.
- El pasado 12 de junio El Minsa destituyó al médico Amilcar Huancahuari, jefe del Comando COVID-19 en Ayacucho, por promover el consumo de CDS contra esta enfermedad.
- En Ecuador un grupo de médicos aseguran tener un estudio en donde se confirma la eficacia del uso del CDS para curar el COVID-19. Sin embargo, la investigación está refrendada por un notario público pero no publicada en una revista científica para su revisión por pares.
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