El cáncer no es una sola enfermedad, sino un grupo de enfermedades, cuya característica común es el crecimiento y multiplicación descontrolada de células. Hay más de 100 tipos de cáncer, una variedad extensa de posibles causas, y cada año hay nuevos tratamientos e incluso curas para más tipos de cánceres.
No todo crecimiento desordenado o descontrolado de células es cáncer. Hay tumores benignos confinados a un lugar o tejido específico que pueden crecer sin esparcirse o causar mayor daño. También hay crecimientos irregulares que no son ni tumores ni cáncer, como reacción a alguna sustancia, acumulación localizada de grasa o un cambio genético que da lugar a un crecimiento anómalo. Se suele requerir una biopsia y el análisis experto de un patólogo para saber de qué se trata.
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Orígenes y causas
Se ha hallado evidencia de cáncer en restos prehistóricos, y hay referencias en textos del antiguo Egipto. Los antiguos griegos la identificaron como enfermedad. Sus pioneros de la medicina (Hipócrates y Galeno) adoptaron el nombre ‘karkinos’ o ‘cangrejo’ para los tumores, por similitudes en aspecto que veían en algunos casos. El término se reintrodujo en Europa el siglo XVII, y desde entonces se usó para tumores malignos.
La incidencia general de cáncer creció globalmente durante el siglo pasado, tras la Segunda Guerra Mundial, según aumentó el contacto con sustancias químicas nocivas y radiación. Mientras la incidencia de algunos cánceres aumenta, otros están siendo controlados y reducidos, en especial los derivados de infecciones y hábitos personales.
“Cada cáncer tiene características únicas, pero en general se clasifica según el órgano donde se inicia y el tipo de tejido que afecta”.
Cada cáncer puede tener una causa única o principal, pero muchos ocurren por una combinación de causales, o durante un período relativamente prolongado de debilidad en las defensas o una predisposición genética. Entre las causas más comunes están las sustancias químicas tóxicas (dioxinas y nicotina), ciertas infecciones como el virus de papiloma humano (VPH) y hepatitis B, y la radiación. Hay cánceres hereditarios, en los que la programación genética permite que aparezca y prospere un tipo específico bajo ciertas condiciones.
Tipos de cáncer
Cada cáncer tiene características únicas, pero en general se clasifica según el órgano donde se inicia y el tipo de tejido que afecta. Pueden ser carcinomas (piel o superficies de órganos), sarcomas (tejido conectivo o graso), linfoma (del sistema linfático) y blastemas (de células madre en el desarrollo de órganos y tejidos).
En el mundo, los más comunes entre hombres son de pulmón, próstata, colorrectal y estomacal, y de seno, colorrectal, pulmonar y cervical en mujeres. El cáncer a la piel es de los más comunes en adultos de ambos sexos. La leucemia (cáncer de la médula ósea) suele ocurrir en la niñez.
El cuerpo tiene mecanismos de defensa que no se limitan a combatir microbios y virus: también realizan constantemente labores de limpieza y reparación, con células especializadas que detectan y eliminan células que no se comportan como deben.
Así, muchos casos incipientes son eliminados antes que lleguen a multiplicarse. También hay mecanismos de reparación de células y de material genético, algo a lo que contribuyen los antioxidantes que se encuentran en ciertos alimentos.
Un factor importante que sí está bajo nuestro control es el estilo de vida. Muchos cánceres comunes resultan relativamente fáciles de prevenir: su incidencia es mínima entre las personas que evitan el tabaco, tienen un consumo moderado de alcohol, tienen una dieta moderada y saludable, y evitan el exceso de sol.
“Se han logrado avances importantes en educación y prevención, especialmente en la detección temprana para tratamiento efectivo”.
El caso peruano
La incidencia de cáncer también ha aumentado en el Perú. Es imposible culpar a una causa, pero se sabe que los factores ambientales y estilos de vida han contribuido. Entre los ambientales están los productos químicos carcinógenos (pesticidas, contaminación radioactiva y otras sustancias), además de gases vehiculares e industriales.
Estilos de vida que contribuyen de manera negativa son el consumo de tabaco y alcohol, dietas poco saludables y sexo sin protección. Esto explica, en parte, que los cánceres de próstata y de cuello uterino sean los de mayor incidencia en el Perú.
Se han logrado avances importantes en educación y prevención, especialmente en la detección temprana para tratamiento efectivo. El plan Esperanza introdujo varias iniciativas de promoción, prevención y tratamiento entre el 2012 y el 2015, que continuaron, y el 2020 se introdujo el Plan Nacional de Cuidados Integrales del Cáncer con metas al 2024. Este fue impactado por la pandemia, pero no se detuvo del todo. Con más conciencia pública, adelantos médicos y apoyo de sectores privados y públicos, se seguirá avanzando contra el cáncer.
Las terapias y curas avanzan a un paso vertiginoso; un gran motor del progreso es la genética. Avances en el conocimiento de factores genéticos y terapias que reprograman las defensas del cuerpo auguran un futuro promisorio.