Este tratamiento redujo la degeneración del cartílago, inflamación y la aparición de alteraciones del hueso. (Foto: Pixabay)
Este tratamiento redujo la degeneración del cartílago, inflamación y la aparición de alteraciones del hueso. (Foto: Pixabay)
Redacción EC

Un grupo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha desarrollado una nueva estrategia experimental que permite a un fármaco combatir la artrosis al acceder al interior del cartílago de las articulaciones y regenerarlo. Este avance, ensayado en ratas, supone un paso adelante para lograr un tratamiento que frene la progresión de una enfermedad incurable hasta el día de hoy.

La artrosis es una degeneración progresiva del cartílago de las articulaciones producido por el envejecimiento o lesiones. Esta enfermedad afecta a alrededor de 300 millones de personas en todo el mundo, y no tiene marcha atrás, pues el cartílago es un tejido que no se puede regenerar. Si bien existen terapias que pueden atenuar los síntomas de la artrosis, hasta ahora no existe ningún tratamiento que pueda frenar su progresión.

Una de las dificultades para el tratamiento es que los fármacos no pueden ingresar muy fácilmente al cartílago. La mayoría se eliminan de las articulaciones antes de tener efecto o bien no ingresan en el interior del cartílago, donde se encuentran las células que lo producen, los condrocitos, de forma que no pueden llevar a cabo sus funciones.

Por ello, los investigadores han diseñado un nanotransportador, una molécula que actúa como un vehículo capaz de introducirse dentro del cartílago y llevar un fármaco hasta los condrocitos. La molécula consta de una parte esférica a la que se unen el fármaco, estructuras en forma de rama con carga eléctrica positiva y un compuesto llamado PEG.

Como el cartílago tiene carga negativa, las cargas positivas del nantransportador hacen que se adhiera al tejido. El PEG, por otro lado, permite abrir paso a través del cartílago y así poder llegar hasta los condrocitos.

De acuerdo con la revista, los científicos añadieron al nanotransportador un fármaco llamado IGF-1, que tiene como función estimular la producción de cartílago y la supervivencia y crecimiento de los condrocitos. Para probar este experimento, se inyectó el nanotransportador en las articulaciones de las rodillas de ratas que tenían artrosis por una lesión.

Este tratamiento redujo la degeneración del cartílago, inflamación y la aparición de alteraciones del hueso. Asimismo, con nanotransportador se multiplicó por diez la vida media del fármaco en las articulaciones. Además, este se mantuvo en concentraciones efectivas en el cartílago durante treinta días, por lo que, potencialmente, una inyección bisemanal o mensual sería suficiente.
“Es un estudio muy interesante”, dice Josep Vergés, médico y presidente de la Fundación Internacional de la Artrosis (OAFI por sus siglas en inglés), que no estuvo en la investigación.

Según Vergés, si llegase a aplicarse en personas y fuera igual de efectivo en ratas, se podría mejorar la calidad de vida de los pacientes, porque bastaría con una o dos inyecciones al mes. Sin embargo, aún hay que ver si se confirma en ensayos clínicos. Añade que pueden pasar entre cuatro y ocho años para que esta medicina esté disponible comercialmente.

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