1. NO ESPERES HASTA QUE TUS HIJOS SEAN GRANDES PARA APRENDER.
Es inevitable que los niños, incluso desde una edad muy temprana, estén expuestos a la tecnología. Mantente al día sobre las aplicaciones y los aparatos más modernos. Es recomendable tener una computadora en la casa, y no olvides instalar antivirus y filtros de seguridad en esa máquina, así como en tus dispositivos móviles.
2. TÚ TIENES EL MANDO SOBRE EL USO DE ESA TECNOLOGÍA.
Si decides entregarle a tu niño algún dispositivo, asegurate de que él o ella comprenda que tú es el dueño. Por ello, puedes regular su uso y restringirlo. Hazle entender que debe obedecer las reglas y que si estas se rompen habrá un quebrantamiento de la confianza y las responsabilidades que se deben asumir.
3. EJERCE SIEMPRE UNA SUPERVISIÓN CONSTANTE.
Si lo consideras absolutamente necesario, inicie a tus hijos en el uso de las redes sociales. Explícales cuáles son las normas de contenido y qué clase de comportamientos esperas de ellos. De otro lado, interactúa junto con tus hijos usando videojuegos y hablándoles de los beneficios y peligros de la tecnología.