Algunos archivos guardan más que el pasado. En ellos se puede encontrar también el futuro visto desde otra época.
Es el caso del de la firma de defensa británica BAE Systems, que tomó proyectos soñados en la década gloriosa de los 60, cuando le permitían a los diseñadores darle vuelo a la imaginación sin muchas consideraciones prácticas o presupuestarias, y les devolvió la vida a través de la animación.
La muestra lleva el nombre de Thunderbirds y, ciertamente, muchos de los aparatos no estarían fuera de lugar en esa serie de culto británica, que se desarrollaba en el año 2026, y que también muestra cómo se veía el futuro hace medio siglo.
A pesar de que han pasado 50 años desde que estos extraordinarios diseños fueron plasmados en papel, podemos ver cómo se han desarrollado estas tecnologías e ideas a través del tiempo, señala Howard Mason, administrador de patrimonio de BAE Systems.
BAE Systems guarda más de un millón de documentos y artefactos históricos y creo que estos ejemplos de innovación siguen siendo inspiradores para los jóvenes que estén considerando una carrera en ingeniería y las infinitas posibilidades de lo que se puede diseñar.
He aquí cuatro de entre ese millón de ideas que se preservan en el archivo.
1. EL AVIÓN HIPERSÓNICO En 1964, la BAC (British Aircraft Corporation) diseñó un avión hipersónico capaz de volar a cinco veces la velocidad del sonido.
Su nombre era MUSTARD, en español mostaza, por las siglas de Multi-Unit Space Transport and Recovery Device (transporte espacial multiunidades y dispositivo de recuperación).
De haberse producido, el mundo habría tenido el primer avión espacial reutilizable, con un costo de desarrollo que fue estimado entre 20 a 30 veces más barato que el de los sistemas de cohetes desechables que se usaron eventualmente para llevar al hombre a la Luna en 1969.
La aeronave tenía tres secciones tripuladas y separadas que se lanzaban como una sola. Dos actuaban como propulsores para impulsar a la tercera hacia el Espacio, luego se separaban y volvían a la Tierra como aeronaves normales. La tercera también regresaba tras cumplir su misión.
El gobierno sin embargo decidió no proceder.
Tom Smith, uno de los creadores, comentó que MUSTARD se había adelantado demasiado al tiempo y que no había nada peor que estar en lo correcto en el momento equivocado.
Conceptos de este diseño se pueden ver hoy en día en aeronaves espaciales con alas tipo delta.
2. EL JEEP SALTADOR El jeep saltador era un concepto de un vehículo de reconocimiento capaz de saltar obstáculos.
El transportador 44 estaba equipado con 12 ventiladores verticales, cuyo ángulo podía adaptarse dependiendo de la situación, para permitirle a los pasajeros sortear barreras puestas por el enemigo.
Desarrollado por BAC Warton a solicitud del ejército británico en los años 60, el diseño era un intento de adaptar la tecnología de despegue y aterrizaje verticales (VTOL, por sus siglas en inglés) a vehículos.
El proyecto fue cancelado a mediados de esa década pues se estimó que la producción del todoterreno costaría demasiado dinero.
3. AVIÓN INTERURBANO DE ELEVACIÓN VERTICAL El diseño del avión interurbano de elevación vertical intentaba aprovechar VTOL en la industria aeronáutica comercial.
La idea era hacer posible que las aerolíneas construyeran aeropuertos en ciudades densamente pobladas reduciendo la cantidad de espacio requerido, ahorrándolo en pistas de aterrizaje.
En los años 60 se hicieron varios diseños que se parecían mucho a los aviones de pasajeros actuales, pero con filas de ventiladores de elevación a cada lado del cuerpo de la aeronave.
El proyecto fue eventualmente suspendido pues se estimó que, además del alto costo del combustible requerido para volar, el peso adicional de los ventiladores sumado al de los pasajeros podría hacer que los vuelos fueran inestables.
Sin embargo, sistemas VTOL inspirados por el proyecto todavía se usan hoy en algunos de los jets militares más versátiles.
4. EL AVIÓN DE COMBATE PLATAFORMA DE DESPEGUE El avión de combate plataforma de despegue se iba a elevar verticalmente y permitir que una aeronave despegara de su parte superior.
Así, los aviones podían operar en pistas de aterrizaje reducidas o en claros de bosques estrechos.
La aeronave plataforma, P17D, contaba con 56 motores de jet y le proporcionaba al P17A, el avión de combate, la posibilidad de despegar en el aire. Además, el P17D sólo podía usarse para transportar carga, llevando equipos y suministros a lugares de difícil acceso.
No obstante, no fue escogido por el Ministerio británico del Aire (que dejó de existir en 1964) debido a la complejidad de su operación y la falta de presupuesto.