Desde aquí, en Pucusana, se lanzarán los cohetes sonda en 2028: todo sobre la histórica cooperación entre NASA y la Agencia Espacial Peruana

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En este sitio al sur de Lima, al cual fuimos en helicóptero desde la Base Aérea de Las Palmas (Surco), ya se había enviado cohetes y realizado esta clase de estudios en los años 1975 y 1983, también en tarea conjunta con la NASA. Cuenta con una ubicación estratégica para la investigación espacial, según nos explicaron desde Conida.

Ahora, con la ayuda de la NASA nuevamente, se espera el desarrollo de tecnologías espaciales avanzadas para que el Perú gane protagonismo en el campo de la investigación astronómica y el desarrollo de cohetes nacionales, según explicó a este Diario el jefe institucional, el Mayor General FAP Roberto Melgar Sheen, quien firmó el MoU junto a la cabeza de administración de la NASA, Bill Nelson.

En otras palabras, esta conexión marca el inicio de una nueva era de colaboración en la exploración del espacio cercano y contribuirá al fortalecimiento de las capacidades científicas y tecnológicas de nuestro país.

Campo magnético

La base científica de Punta Lobos es un sitio ideal para llevar a cabo estos estudios de fenómenos astrofísicos, debido a sus condiciones geográficas únicas. Precisamente, la ubicación cercana al ecuador magnético convierte a esta zona en un lugar privilegiado para investigaciones relacionadas con la atmósfera superior y la actividad solar.

Jorge Samanes, director de Astronomía y Ciencias Espaciales, explicó a El Comercio que la NASA eligió al Perú para llevar a cabo la campaña “Cielo” porque “en esta época el ecuador magnético pasa por nuestro país y las condiciones geofísicas hacen que sea un lugar idóneo para tener una campaña de lanzamiento de cohetes sonda de esa magnitud”.

El ecuador magnético no está alineado al ecuador geográfico: tiene una inclinación de 11 grados. Por lo tanto, el campo magnético, que es la capa protectora del planeta Tierra respecto a todos los fenómenos que podrían venir, de origen solar o extrasolar, protegen la vida como la conocemos. Sin esto, no existiría vida como la conocemos.

“Científicamente es importante saber cuál es la respuesta de nuestro campo magnético a eventos intensos que pueden venir del espacio exterior”, aseguró el director.

Se llevará a cabo una campaña multianual de lanzamiento de cohetes sonda desde el Perú mediante estudios conjuntos de viabilidad, intercambios técnicos e investigaciones científicas conjuntas, capacitación en materia de seguridad y asistencia técnica para la Agencia Espacial Peruana en los lanzamientos.

Serán entre 10 a 14 cohetes que alcanzarán entre 400 y 600 km de altura y se lanzarán en el 2028 desde la Base Científica Punta Lobos en Pucusana.

Cohetería nacional

En el ámbito de nuestro desarrollo científico, el programa Paulet permitió que Conida desarrolle la cohetería nacional desde 2004 y lance en diciembre de 2006 el primer modelo, Paulet I. Luego, se envió en setiembre de 2009 el Pautet 1-M. Estos tuvieron la particularidad de que el propelente, un compuesto sólido que se consume durante la combustión en tiempos cortos, fue de origen extranjero.

Sin embargo, más adelante se llevaron a cabo los envíos del X-PAX-II, en setiembre de 2011, el Paulet I-B, en junio de 2013, y el Paulet I-C, en diciembre de 2021. Todos tuvieron propelentes desarrollados en territorio patrio, obra de los ingenieros de Conida.

Según el comandante FAP Alonso Morales, director de Tecnología Espacial, se espera que en 2025 se logre lanzar el cohete Paulet I-D a una altura de 40 km. Los planes más ambiciosos llegan con ayuda de la NASA: quieren alcanzar los 80 km de altura con el Paulet I-E en 2025 y los 120 km con Paulet I-F en 2030.

Es sumamente probable que los estudios científicos que se desarrollen en nuestro país generen oportunidades para la formación de profesionales y expertos en el campo de la ciencia y la tecnología espacial. Según Conida, se convocará a universitarios para formar parte de los diversos proyectos con la NASA que se avecinan.

Si se llevan a cabo los planes con normalidad, Perú estará mejor posicionado para enfrentar los desafíos científicos y tecnológicos del futuro, contribuyendo a la comprensión de fenómenos astrofísicos y la exploración del espacio.

El acuerdo, a su vez, abre la puerta a nuevas oportunidades para la participación del Perú en misiones científicas de carácter internacional, ampliando su influencia en el ámbito global de la ciencia espacial. El mismo general Melgar pidió como condición a la NASA que científicos peruanos sean partícipes de las investigaciones.

El resultado de esta campaña con la NASA podría traer varios beneficios para el país. Por ejemplo, que tengamos la capacidad de generar más ciencia y nueva tecnología espacial tanto para el Perú como para la comunidad científica mundial.