Daniel Bedoya Ramos

Coger el casco, revisar la batería, apretar ON, subir ambos pies y comenzar a viajar. Sin ruido, sin humo, la calle tranquila, muy ligero sobre una vía exclusiva, a una velocidad prudente. Eso podría ser viajar en un en Lima, pero la aun es algo lejano.

¿En qué consiste? Hace unos días en algunos países se recordó esta práctica con el uso del transporte público, bicicletas, o simplemente caminar: cualquier actividad que nos lleve a no contaminar el medio ambiente, y en esto la tecnología ha logrado cierto protagonismo.

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Luis Quispe Candia, presidente de Luz Ambar, nos indica que esta práctica se traduce en “favorecer primero al peatón, luego al ciclista, el transporte masivo en buses y trenes, el transporte de carga, y al final el transporte privado”, con la finalidad de evitar la contaminación ambiental.

¿Cómo se puede aplicar en el Perú la movilidad sostenible?

Por un lado, el especialista fue claro al señalar que esta práctica que busca cuidar el medioambiente, al menos en Lima, no funcionaría si antes no se pone orden.

“Hay que empezar por ordenar la ciudad. Algo que hace falta en nuestro país. En otros países desarrollados ordenan primero la ciudad, desde que se generan las calles, las urbanizaciones, las zonas industriales, las zonas comerciales y recién la población va ocupando; pero en nuestro caso no: la población emigrante del interior del país lo que ha hecho es ir tomando la periferia de la ciudad y ellos mismos han diseñado sus calles”, nos dice.

Para los especialistas, uno de los principales problemas para tener una movilidad sostenible es la falta de organización del transporte. (Foto: Archivo El Comercio)
Para los especialistas, uno de los principales problemas para tener una movilidad sostenible es la falta de organización del transporte. (Foto: Archivo El Comercio)
La inclusión social es otro factor para tener un transporte que no contamine el medioambiente. (Foto: Andina)
La inclusión social es otro factor para tener un transporte que no contamine el medioambiente. (Foto: Andina)

Según detalla, países como Japón, Holanda, Noruega, China o Estados Unidos, vienen cumpliendo el ideal de movilidad sostenible, pese a que los dos últimos son los que más contaminación generan.

Otro factor importante es la inclusión. Y es que, según nos indica el catedrático Jeremy Robert, la movilidad sostenible apunta a reducir la contaminación atmosférica, pero va de la par con otro desafío que es una mayor inclusión social. “Lo que vamos viendo, cuando tratamos de problematizar esos dos desafíos, es que pueden ser contradictorios; es decir, que con la mejora ambiental hay en un riesgo de generar nuevas desigualdades”, dice el docente del Departamento de Arquitectura, en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).

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En una ciudad como Lima los viajes se hacen más largos, las caminatas no son seguras, se usan más de dos formas de transporte, etc. Por eso, señala que se estudian varias estrategias que pasan por tratar de reducir la cantidad de viajes, cambiar los modos de viaje y mejorar las tasas de ocupación de vehículos, o la misma eficiencia energética.

Cambios tecnológicos

¿Qué papel juega la tecnología en este cuidado del medioambiente? Aunque los especialistas ya han señalado que primero hay que organizar la ciudad, la tecnología en el mundo viene dando alternativas a través de dispositivos que no emiten CO2 o que cambian la fuente de energía.

“La tecnología es esencial para la movilidad sostenible. Desde vehículos eléctricos, en donde los vehículos evolucionan hacia un mejor rendimiento, hasta sistemas de carga, aplicaciones de planificación de viajes y sistemas de gestión de flotas”, nos dice Hernán Malpartida, director de asuntos corporativos de InRetail pharma.

Tesla es la marca que lidera el cambio hacia los autos eléctricos. (Foto: pixabay.com)
Tesla es la marca que lidera el cambio hacia los autos eléctricos. (Foto: pixabay.com)

Por el lado de los vehículos eléctricos, en los últimos años hay más países y empresas (Tesla, BYD, BMW, Nissan, etc.) que apuestan por esta tecnología, que se divide en tres tipos: híbridos, híbridos enchufables y full eléctricos. Este último es la alternativa más interesante pues solo usa electricidad y no emiten gases causantes del calentamiento global.

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Sin embargo, tiene un gran problema: sus costos. Quispe Candia nos indica que solo la batería eléctrica cuesta entre el 35% y 40% del costo total del vehículo: “el problema es el costo. Están costando un promedio de 35 mil dólares, cuando se puede encontrar vehículos convencionales que usan combustible hasta por 10.000 o 12.000 dólares, incluso menos”.

De esa manera, el acceso a estos vehículos solo queda a unos cuantos, lo que se complica por la falta de infraestructura en el Perú. Pero hoy en día no solo los autos eléctricos son una tendencia, también se investiga el uso de energías renovables y de hidrógeno, que incluso se aplican en trenes, barcos y aviones.

El hidrógeno es un elemento que no genera contaminación. En Alemania se puso a prueba el prototipo GenH2, un camión que usa esta tecnología. (Foto: AFP)
El hidrógeno es un elemento que no genera contaminación. En Alemania se puso a prueba el prototipo GenH2, un camión que usa esta tecnología. (Foto: AFP)
Aptera Launch Edition, un auto eléctrico de tres ruedas que se basa en energía solar.  (Foto: aptera.us)
Aptera Launch Edition, un auto eléctrico de tres ruedas que se basa en energía solar. (Foto: aptera.us)
Chile es uno de los países de la región que más ha avanzado en usar los buses eléctricos para el transporte público. (Foto: gob.cl)
Chile es uno de los países de la región que más ha avanzado en usar los buses eléctricos para el transporte público. (Foto: gob.cl)

Aun así, el investigador Jeremy Robert va más allá y apunta al transporte público, para lo que se debe optimizar “la eficiencia del sistema, mejorando las tasas de ocupación de vehículos o la misma eficiencia energética, es decir, por ejemplo, pasar un bus que funciona a diesel a un bus eléctrico”.

Esto sucede en Chile, donde ya hay 2 mil buses eléctricos operando en Santiago, y para agosto se incorporaron 10 buses eléctricos de dos pisos fabricados por BYD. Colombia es otro país de la región que también implementa buses eléctricos, y en Perú, solo San Isidro tiene una flota de esos vehículos.

Micromovilidad: alternativa para el trabajo

Cuando se habla de movilidad sostenible también hay otro aspecto: la micromovilidad. Es decir, el uso de vehículos de movilidad personal como bicicletas, scooters, motos, con la característica de que incluso usan electricidad y son recargables.

Las bicicletas y scooters eléctricos se han convertido en herramientas de trabajo: recorren más distancia sin contaminar. (Foto: Difusión)
Las bicicletas y scooters eléctricos se han convertido en herramientas de trabajo: recorren más distancia sin contaminar. (Foto: Difusión)

Estos equipos han encontrado un espacio no solo en la movilidad particular. Inkafarma viene implementando un servicio delivery con estos equipos que, según detalla Hernán Malpartida, “se vienen utilizando en gran medida en el servicio express, que son entregas entre 45 y 30 minutos”. Los tipos de vehículos usados son scooters, cargobikes y bicicletas eléctricas. Estos circulan por Miraflores, San Isidro, Surco, entre otros distritos.

Sin embargo, en una ciudad como Lima, su uso es algo limitado. Si bien una de las metas que nos plantea Malpartida es que para el 2024 se alcance el 50% de entregas con esta modalidad, ¿cómo funcionaría en lugares donde no hay ciclovías o vías exclusivas?

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Para Jeremy Robert, la convivencia con estos vehículos de micromovilidad se hace difícil por la falta de infraestructura. Por un lado, son peligrosos para los ciclistas que van más lento, hasta para los peatones, y están además expuestos donde no hay infraestructura de ciclovías.

Nos recalca otras formas de usar la tecnología para gestionar la movilidad en una ciudad, la utilización de la información de los viajes, el control de tráfico y el uso de los semáforos inteligentes. “La tecnología permite, en un sistema integrado, al final el manejo de la información de flujos que te permite agilizar [el transporte], dice Robert. Y no solo eso, otra manera de usar la tecnología es por medio de aplicaciones para móviles que ayudan a encontrar las mejores rutas.


Es decir, la movilidad sostenible no termina en el cambio de vehículos. La posibilidad de contar con un transporte amigable con el medioambiente pasa por el cambio de tecnología y la inclusión de todas las personas. ¿Lo veremos en el Perú?

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