A diario conocemos sobre los autos eléctricos que se presentan en Europa, Estados Unidos, China o Japón, cada uno con novedosas características. Pero solo algunos han llegado a nuestro país, y nos llevan a una serie de preguntas. ¿Cómo se realiza el mantenimiento de estas unidades? ¿Están capacitados los técnicos peruanos? ¿Cómo cambiará el modelo de negocio de los talleres?
Según información de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), hasta el año pasado en el Perú había unos 78.000 talleres mecánicos para un parque automotor de 2,9 millones de vehículos. Solo en Lima se contaba con 38.000 talleres, con uno o dos mecánicos especializados en vehículos de combustión interna, pero sin experiencia en modelos electrificados, ya sean híbridos o 100% eléctricos. Es decir, salta a la vista que hay un problema pendiente.
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Para Rodrigo Salcedo, líder Corporativo de Electromovilidad en EMASA –empresa líder en el mercado de autopartes, equipos industriales y automotrices en Perú, Chile y Colombia– se trata de una carrera contra el tiempo y una posibilidad. “Hay una gran oportunidad, sobre todo en Latinoamérica, de aprender antes de que se masifique esa tecnología”, dijo desde Chile, en diálogo con El Comercio. Y es que la electromovilidad también abre las posibilidades de desarrollar nuevas capacidades, pero que hoy están en suspenso.
“Si en un país no tengo técnicos que puedan realizar un diagnóstico, una reparación, mantención, no tengo equipos de rescate que estén capacitados, no tengo centros de educación que estén enseñando y practicando esto, es muy difícil que un fabricante diga ‘Sabes qué, voy a mandar todos mis modelos eléctricos’”, indicó Salcedo.
Y es que hay muchos aspectos detrás de un auto eléctrico. Pero lo que sí es cierto es que el mundo está girando hacia un cambio en el modo de transporte y el Perú corre el riesgo de quedarse relegado.
Eléctricos vs. Combustión
Lo primero que hay que entender es la diferencia entre un auto eléctrico y uno a combustión, y esto parte por el número y la calidad de piezas y partes que hacen funcionar el vehículo.
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“Estamos hablando de que uno a combustión tiene alrededor de 2.000 partes y piezas móviles que necesitan mantenimiento (desde las bujías, sellos de motores, conexiones internas, filtros), versus un vehículo eléctrico que puede llegar a tener unas 40 partes y piezas móviles (ya sea el motor, la batería y los diferentes computadoras que controlan que el vehículo funcione de manera adecuada)”, explicó Salcedo, que será uno de los ponentes internacionales del III Congreso Internacional de Nuevas tecnologías Automotrices organizado por la AAP, entre el 23 al 25 de agosto.
También hay una diferencia en la estructura. En el caso de los autos eléctricos, la batería se encuentra en la parte inferior del vehículo, y en el caso de los buses y camiones se suele encontrar en el techo.
Los vehículos eléctricos tienen partes diferentes a los autos a combustión. Incluso pasan menos veces por un taller. Le preguntamos a Salcedo cuáles son las piezas que más deberíamos cuidar, y ganó la batería. "La batería es clave, es fundamental porque es el corazón del auto y conlleva un alto porcentaje del valor del vehículo total. Hoy en día equivale al 40% (del precio)", explicó. Detrás de ellos están los componentes electrónicos, de control y el motor.
Y este contraste entre vehículos eléctricos y a combustión también produce una diferencia en las rutinas de trabajo. En el caso de los eléctricos, el diagnóstico que hace un especialista se realiza a través de un sistema de computadora, un hardware o una aplicación. Esto ofrece mayor precisión, explicó. Y, en ese sentido, comparó el mantenimiento de un vehículo eléctrico con una computadora donde “se cambia la tarjeta RAM o el disco duro”, según el tipo de falla.
Es decir, “se diagnostica que un componente tiene alguna falla y se cambia la pieza completa”. Pero, por otro lado, hay partes en común con un auto a combustión, como el uso de neumáticos, los frenos, la suspensión, entre otros detalles.
También hay una diferencia en la cantidad de veces que necesita atención técnica. “En los Tesla, en los primeros 100 mil kilómetros recibe 6 o 7 chequeos de diagnóstico”, dijo Salcedo. En cambio, un vehículo a combustión cada 10 mil o 15 mil requiere hacer cambio de correa, el aceite, las pastillas de frenos, entre otros detalles. Por ello termina siendo más rentable un auto eléctrico.
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Cambia el negocio
Al inicio de esta nota se habló sobre la cantidad de talleres mecánicos en el Perú, y uno de los efectos que se espera con la llegada de los autos eléctricos es el cambio en el modelo de negocio de los talleres.
Para Luis Quispe Candia, presidente de Luz Ambar, el cambio será progresivo ya que hoy en día no hay suficientes vehículos eléctricos y los talleres atienden a unos 4 millones de vehículos (incluyendo las motos) en todo el país, frente a los 3.800 vehículos híbridos y eléctricos. Este cambio también motivaría la capacitación de los técnicos.
“Generalmente esto se da con el ejercicio del libre mercado. Hay demanda y entonces también hay oferta. Eso es lo que se va a dar con un tiempo, y depende con la cantidad vehículos que podamos empezar a tener. Si el Estado incentiva, prontamente podría ser en tres años a cinco y ya empezar el cambio de matriz energética. De momento no hay suficientes incentivos para la compra”, dijo en diálogo con este Diario.
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Pero, cómo será este cambio en los talleres. Salcedo nos explica que “se van a volver más electrónicos que mecánicos y los talleres también se van a especializar”, una especialización que sería según las partes del auto.
“En 10 años más van haber especialistas en lo que es reparación de hardware, en todo lo que es electrónica de potencia, en reparación de motores (eléctricos), en el diagnóstico de la conectividad de todos los componentes, telemetría. Todo esto es lejano a lo que es combustión. Esto está muy lejano a la realidad de los talleres hoy en día”, comentó el especialista de Emasa. Asimismo, también recalcó que debe haber un cambio en la rutinas de trabajo de los talleres, sobre todo en seguridad pues se trabaja con alto voltaje, suficiente para suministrar de energía a una casa por tres días.
Entre las nuevas oportunidades técnicas con la electromovilidad, Rodrigo Salcedo habló sobre el Retrofit, que consiste en convertir un auto a combustión viejo a uno eléctrico, como parte de la economía circular. Se trata de una experiencia que vimos en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA), donde se convirtió un auto Toyota a 100% eléctrico, como parte de las investigaciones que se hacen en dicho centro de estudios. Puede ver la nota AQUÍ.
Otro detalle importante es la restricción de algunas piezas, al mismo estilo de Apple. Se ha conocido sobre la dificultad para abrir y reparar las nuevas baterías de Tesla. Un caso que recuerda la falta de homologación entre fabricantes y la exclusividad de sus productos. Esto afectaría el conocimiento de los técnicos en talleres, pero para Salcedo esta situación “se va a ir liberando a medida de que los fabricantes se den cuenta de que en los países hay capacitación adecuada para atender esta tecnología”.
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Capacitación en el Perú: el técnico del futuro
Nuestro país llega un poco tarde al cambio energético en el transporte. Recién este 2022, en su mensaje de 28 de julio, el presidente Pedro Castillo anunció unos incentivos tributarios para la compra de vehículos eléctricos. Por otro lado, ya en el 2018 se presentó una oportunidad, durante el gobierno de Martín Vizcarra para capacitar a los técnicos. El Ministerio de Producción anunció un programa de capacitación para las Mypes en torno a ensamblaje de vehículos eléctricos, y que debería haber iniciado en el 2019, tal como informó la agencia Andina en su momento. Consultamos a dicha cartera ministerial y nos respondieron que “no se han llevado a cabo capacitaciones relacionadas con electromovilidad”.
Pero del otro lado están las instituciones educativas. “Sé que han empezado ya en la UNI y en SENATI a capacitar a personas en electromovilidad, pero todavía es muy incipiente, como también es incipiente el comienzo de la instalación de los buses eléctricos y los vehículos eléctricos, en general”, indicó Quispe Candia, y también consideró que “todavía no hay un mercado ni hay una oferta suficiente de capacitación”.
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En esa línea, Salcedo considera que llegar a tener técnicos capacitados podría tomar unos cinco años, pero no se trata de un proceso sencillo y barato, por lo que calificó este proceso como una carrera, tomando en cuenta que la electromovilidad es una tecnología en pleno cambio.
“Primero, el centro de educación tiene que comprar equipamiento y tecnología para capacitar a los técnicos. Ya hay una inversión allí. Dos, de que las mallas educativas o temáticas tienen que ser validadas por un Ministerio de Educación, y allí también hay un tiempo. Y con eso también hay que esperar que un alumno entre y salga como técnico. Si uno no es tan pesimista, yo pronostico que en cuatro o cinco años más se podría tener técnicos haciendo la comparativa al mundo de la combustión”, comentó el especialista, sobre la formación de lo que denomina el técnico del futuro.
Pero aún hay algo de tiempo. Solo depende de las autoridades crear las condiciones para que los técnicos estén preparados para atender una industria que ya comienza a expandirse en el mundo.