Un grupo entomólogos estadounidenses logró un hallazgo único: un mosquito fósil con trazas de hierro en su abdomen, lo que es un claro indicador de lo que fue la última cena del animal, hace ya 46 millones de años.
El fósil fue hallado en la colección de un entomólogo estadounidense que fue donada al Museo de Historia Natural de Washington y procede de una capa sedimentaria de un antiguo lago en la formación geológica de una localidad al noroeste de Montana llamada Kishenehn.
Este fósil es el único que ha demostrado que la hemoglobina y sus bimoléculas derivadas se pueden preservar fosilizadas
Es el primer fósil de un mosquito todavía lleno de sangre que ha visto jamás la luz, afirmó Dale Greenwalt, un bioquímico retirado que publico su hallazgo en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS).