“Una de las cosas que queremos hacer es apostar a la conversión de los motores y pasar de motores a gasolina a los motores eléctricos”, dijo el ministro de la Producción, Raúl Pérez Reyes en marzo, cuando anunció que se viene trabajando un proyecto de ley para crear las condiciones que permitan hacer esta conversión, sobre todo en autos usados para taxear.
Frente a un grupo de periodistas, durante la inauguración de una electrolinera pública en Miraflores, adelantó algunos detalles, como que se esperaba que el proyecto comience con unos 10 mil vehículos convertidos y que se incluiría un bono económico.
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Desde esa fecha no se ha conocido más por parte del despacho ministerial. Este Diario buscó una entrevista con el ministro Pérez Reyes, que aún sigue pendiente de respuesta. Pero el asunto de la electromovilidad es multisectorial; es decir, incluye a otros ministerios, como Energía y Minas, Economía y Finanzas, y Ambiente.
Y fue la titular de esta última cartera quien amplió un poco más el tema. La ministra Albina Ruiz señaló a la prensa que transitar hacia motores eléctricos significa obviamente primero instalar talleres. “En el país no lo tenemos todavía. Entonces estamos haciendo las negociaciones con países, sobre todo asiáticos, que nos van a apoyar en ese proceso”, dijo durante la presentación de unos vehículos eléctricos de Luz del Sur.
También añadió que se contaría con un presupuesto, pero todo aún está en evaluación. Lo que sí precisó es la necesidad de implementar normas como el chatarreo que permitirá ver “cuáles realmente pueden ser que hagan el tránsito a motor eléctrico”.
Pero la conversión de autos no es algo nuevo. Sin embargo, como veremos a continuación, la tecnología juega un papel importante en ese proceso como alternativa para un transporte menos contaminante. Por eso buscamos la voz de algunos especialistas en el tema.
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Primer paso: plan piloto
Adolfo Rojas es presidente de la Asociación de Emprendedores para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (AEDiVE Perú) y, según nos indica, su organización fue invitada por el Ministerio de Producción para participar en una mesa de trabajo en torno a este proyecto que no solo implica un cambio normativo, sino también fuertes sumas de dinero.
“Primero, lo que se está recomendando como asociación, porque si no nos salimos del programa, es que tiene que haber un piloto. Si esto no se prueba, olvídate”, dijo Rojas, a quien encontramos en la exposición Transporte Sostenible 2023, que se realizó en el Centro de Convenciones Jockey Plaza.
Según la propuesta de AEDiVE Perú, este plan piloto debería comprender un periodo de seis meses en el que se evalúe los aspectos de ingeniería, administración y financiamiento. Arrancaría sobre cinco modelos de vehículos que serán convertidos y probados.
“Al ser un proyecto piloto tiene que pasar una etapa de seis meses, aproximadamente, tiene que hacerse con un taller que tiene que ser implementado para hacer este tipo de trabajo, cumpliendo toda la normativa necesaria, porque estamos hablando de sistemas que tienen alto voltaje para corriente directa”, detalló.
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Y es que hay un detalle importante: no cualquier vehículo puede ser convertido a eléctrico. El nivel de tecnología será clave, de aprobarse la medida. El vehículo debe pasar por una revisión previa antes de la conversión, sustentación estructural de lo que se va a cambiar, algunas pruebas y el registro del vehículo como eléctrico. En ese sentido, Rojas consideró que es poco probable que se quiera cambiar un vehículo moderno, y se piensa más en autos a los que se quiera prolongar su vigencia.
Según la evaluación de AEDiVE, el tiempo de recuperación de la inversión para los taxis es mucho más rápido. Se podría pagar en cinco años con un recorrido promedio de 200 a 250 kilómetros diarios. El tiempo de vida del auto se prologaría 10 años más, con una mayor ganancia en ahorro. Además, calculan que hay 300 mil taxis en el país, entre formales e informales. La clave está en el financiamiento.
¿Y cuánto costaría la conversión? Según AEDiVE Perú, frente a lo que cuesta un vehículo eléctrico nuevo, 60% menos, tomando en cuenta que se trata de vehículos con cinco a más años de antigüedad.
“Costaría más o menos, para los taxis que nosotros estamos viendo en el programa, 10.000 dólares. Si quieres un vehículo de un poquito más alta gama, 15.000. Pueden funcionar con el combustible que tú quieres, pueden funcionar a GLP, cualquiera puede ser convertido”, indicó Rojas sobre este método que, según detalla, ya se viene aplicando en países como España, Francia o Chile.
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¿Un peligro en las calles?
Estos últimos referentes no parecen muy cercanos a Perú, y no solo por la geografía. Para Ellioth Tarazona, gerente técnico de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), la idea de convertir un auto a la tecnología eléctrica aún debe ser evaluada por el riesgo y el costo, lo que ya han indicado al Ministerio de Producción.
“Lo que nosotros le hemos dicho es que técnicamente no es imposible convertir. Se puede hacer, solo que es muy caro y requiere un marco normativo muy riguroso porque acá estamos hablando de un vehículo convertido que va a salir a las calles y que puede representar un peligro para todas las personas, si es que esto se hace simplemente sin control adecuado”, dijo a este Diario.
Y es que otra vez el nivel de tecnología será importante, ya que garantizan la seguridad del vehículo. En el caso de Chile se cuenta con un reglamento para transformación de vehículos, donde se detalla que solo se pueden transformar aquellos que no tienen dispositivos de seguridad, de control electrónico, sistema de tracción, airbags, asistencias a la conducción, de mantenimiento de carril, control electrónico de estabilidad, entre otros detalles. Es decir, vehículos con tecnología muy básica.
El año pasado la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA) presentó su primer auto eléctrico convertido. Se trata de un Toyota Yaris que pertenece a Iván Chaccolli, alumno e investigador de la universidad. Con el profesor Edgar Cáceres sacaron adelante el proyecto de conversión de un auto convencional. Ahora su auto es eléctrico puro y alcanza los 130 km de autonomía, con una batería que puede llegar a tener una vida útil de 8 a 10 años.
Para Tarazona se trata de una situación contradictoria, lo que complica la conversión cuando se trata de taxis por su nivel de antigüedad. “Otra incongruencia de la propuesta es que se quiere convertir 10.000 taxis que deben ser de antes del 2000, cuando la norma dice que el taxi es un vehículo del servicio de transporte de personas y no debe tener más de 15 años, y nosotros estamos diciendo que tenemos que convertir vehículos de más de 25 años lo cual es un contrasentido”, explicó.
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Pero este no es el único problema por resolver. La financiación es un aspecto que aun genera dudas. Por un lado, se ha conocido que cada conversión estaría entre 10 y 15 mil dólares, y que incluso se contaría con un bono del Estado. Para Tarazona “estamos hablando entre 100 a 150 millones de dólares” de inversión.
A esto se debería sumar la inversión en electrolineras. Y es que, dependiendo del tipo de batería que se instale, los taxis necesitarían recargarse más veces. Se requiere unas 150 electrolineras a un costo de unos 30 mil dólares por cargador. “Ya estamos hablando de otros 55 millones adicionales que el Estado tendría que comprometerse invertir”, indicó.
Otras alternativas
¿Qué hacemos entonces? Para Tarazona, la propuesta de convertir autos eléctricos aun debe ser evaluada. Recomienda que se trabaje en otras áreas como la fabricación de vehículos menores, es decir, mototaxis y cuatrimotos, todos con tecnología eléctrica.
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“En el Perú se fabrica. Hay una gran industria de fabricación de mototaxis que es regulada por el Ministerio de la Producción. Lo que se tiene que hacer es mejorar el marco legal y dar los mecanismos de producción adecuados para que estas empresas fabriquen desde cero los mototaxis y vehículos menores (como cuatrimotos)”, indicó, teniendo como ejemplo al caso de Bolivia.
También sugirió que nuestro país podría ensamblar buses eléctricos, aprovechando que hay empresas en el Perú que se dedican a este trabajo. Mientras tanto, en el caso de los taxis señaló que se debe seguir con la conversión a gas natural vehicular (GNV), que es más económico y ahorrativo.
Es decir, no hay una sola ruta para tener un mejor transporte, eficiente y saludable, pero serán las autoridades las que tengan la tarea de limpiar el camino.
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