Lex Fridman hace muchas cosas. Tiene un podcast muy popular, que está entre los primeros en ser doblado con una voz sintética por Spotify. También sabe artes marciales, y estuvo haciendo algunas pruebas con Elon Musk a mediados de año, cuando estaba en su horizonte de posibilidades que Musk y Mark Zuckerberg se agarraran a trompadas.
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Y ahora publicó un episodio de su podcast en el que entrevista a Mark Zuckerberg en el contexto de Connect 2023, el evento para desarrolladores de Meta (donde anunciaron anteojos de realidad virtual, chatbots para WhatsApp y más) que tiene una particularidad: está hecho en video, pero usando anteojos de realidad aumentada. Cada uno de ellos tiene puestos unos anteojos Quest Pro; lo que ven es una versión digital del otro, pero con un nivel de realismo sorprendente: logra muchísimo detalle del rostro de cada uno, de sus microexpresiones faciales, de sus movimientos. Es casi como si estuvieran frente a frente, pero Fridman está en Texas, y Zuckerberg está en California; ambos están en una especie de limbo digital donde pueden cambiar la iluminación, el entorno y mucho más.
Zuckerberg ya había mostrado una versión de este avatar hiperrealista en octubre del año pasado, cuando arreciaban las críticas sobre el futuro del metaverso (una discusión que está lejos de estar saldada). La versión que se ve ahora en video es aún más sofisticada, y hace recordar a la tecnología de Google de telepresencia, Project Starline. Cada una tiene lo suyo: Starline requiere una pantalla, cámaras y una habitación particular, pero las personas se ven en 3D, con su rostro, su torso y sus manos digitalizado en el momento; la herramienta que usaron Zuckerberg y Fridman no requiere (una vez que se hizo la digitalización original para generar el modelo 3D de la cara) más que un par de anteojos Quest Pro para cada participante.
Junto con la digitalización del rostro, explica Zuckerberg en su charla con Fridman, también digitalizaron algunas de sus expresiones, generaron un modelo digital de esas caras y sus expresiones posibles (como se mueve la boca, qué pasa con la frente cuando se arquean las cejas, las arrugas o manchas en la piel, por ejemplo). Los anteojos Quest Pro tienen cámaras internas que miran las microexpresiones del usuario, y un software traslada, en tiempo real, esos movimientos al avatar digital, de tal manera que se mueve como si una cámara estuviera enfocando a la cara de quien habla.
Según explicó Zuckerberg, el sistema solo transmite el audio y los cambios de expresión codificados; la generación de los movimientos del avatar se hace en el dispositivo de destino, lo que reduce notablemente los requerimientos de conectividad para hacer una sesión de telepresencia de este tipo.
Por ahora, Meta no hizo anuncio alguno sobre la disponibilidad de esta herramienta para el público general, en buena medida por el proceso previo de digitalización del rostro, que requiere de equipamiento especial.
La Nación de Argentina / GDA
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