El baile puede lograr algo que probablemente ninguna otra actividad humana consigue: elevar el espíritu a partir del movimiento del cuerpo. Civilizaciones primitivas bailaban para comunicarse con los dioses y, aún hoy, devociones como las cristianas o la krishna incluyen el baile en ciertos rituales religiosos. En nuestra vida mundana, bailar significa celebrar y, aunque los cánones sociales intenten limitar nuestros movimientos, hay personas como Debbie Attias, artista, danzante y sanadora neoyorquina, que ha creado, a partir de la danzaterapia, una técnica de sanación llamada Dansorcismo. El nombre proviene de las palabras danza y exorcismo, y nace de la idea de la terapia fun heals everything.
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