Perú, Camboya, Canadá y Estados Unidos comparten un punto en común en el documental “Our Blue World”, del bioquímico y activista ambientalista Paul O’Callaghan. Desde técnicas ancestrales como las amunas en Lima hasta el sistema hidráulico del templo Angkor Wat, en Siem Reap, hay una veneración al agua de los ríos y las lluvias que se inculca de generación en generación.
El documental dirigido por el irlandés Ruan Magan y producido por O’Callaghan y Doug Blush se estrenó en la ciudad de Nueva York en el Día de la Tierra, 22 de abril. La película explora la mística del agua y los proyectos de restauración hidrológica con imágenes en cámara lenta y una atmósfera ancestral. Entre las iniciativas, están la biósfera de Mark Nelson en Arizona, la organización Ríos Bebibles, de Li An Phoa en Québec, el sistema hídrico de San Pedro de Casta en Lima, entre otros.
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Las escenas filmadas en el Perú cautivaron a la audiencia en el FIAF Florence Gould Hall Theater de Manhattan. Entre aplausos y emociones, empresarios y ambientalistas se conectaron con la sagrada Fiesta del Agua, donde los comuneros cantaban el huayno “la bonita Pampacocha, espejito de los Andes” anticipándose a la llegada de las lluvias, cada vez menos frecuentes en la zona. La atención de los invitados neoyorquinos en la sala de cine se centró en los canales de piedra y arcilla preincaicos llamados amunas.
Herencia milenaria: las amunas de Lima
Las amunas de Lima son un ejemplo de ingeniería y trabajo en equipo, documentado en el filme. Inicialmente, Backus y Cusqueña, en colaboración con diversos aliados ambientalistas, observaron las sequías extremas y la pérdida de biodiversidad en los distritos de la ciudad. Ellos trabajan en mejorar el deteriorado sistema ancestral de recarga hídrica de Huarochirí y otras comunidades. Así, la técnica ancestral de las amunas se muestra en la película como un viaje del agua desde las montañas.
El documental se proyectó durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua en 2023. El productor O’Callaghan se notaba entusiasmado con las nuevas formas de siembra y cosecha de agua presentadas en la película. “En el Perú, notamos que las personas preocupadas por el agua eran tremendos ingenieros hidráulicos que vivían en Nasca. Sus habilidades y conocimientos para llevar agua a la tierra, incluso viviendo en un área muy seca durante 4.000 años, son cosas de las que todos debemos aprender”, comentó a Somos.
De otro lado, Naabia Ofosu-Amaah, asesora sénior de participación corporativa, agua y resiliencia en the Nature Conservancy (TNC), que es socio en el proyecto de las amunas, expresó: “Queremos asegurarnos de retener suficiente agua en la estación seca en Lima. A veces hay mucha y otras veces no es suficiente. Las amunas pueden absorberla, dejar que se infiltre lentamente y liberarla en la estación seca. Nuestro papel es asegurarnos que esto sea posible. En el caso de Lima, apoyamos en el monitoreo hidrológico para saber si la restauración de las amunas es efectiva”.
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El documental está narrado por el actor británico Liam Neeson, quien tiene unas palabras sobre el proyecto que se desarrolla en el Perú. “Hasta 41 kilómetros de las amunas fueron restauradas en combinación con las infraestructuras modernas. Lo que se pretende es llenar nuevamente los acuíferos y ríos de la ciudad de Lima”, dice. La misión de Backus y Cusqueña rumbo al 2025 es mejorar 67 kilómetros de las amunas.
La problemática del agua en Lima es grave y merece más atención. “En Lima, más de 1 millón de personas carecen de una red de agua potable y alcantarillado. Aún cuando se les pusieran redes propias, nada garantiza la existencia del recurso si no recargamos las fuentes de agua, que son los ríos, los manantiales, las amunas”, comentó a esta revista Mariella Sánchez, directora ejecutiva de la organización implementadora del proyecto de amunas, Aquafondo.
Solo en Huarochirí, por ejemplo, las lluvias de abril a mayo, se redujeron a enero y febrero. En otros países, como Canadá, la filántropa Li An Phoa guarda en su memoria el recuerdo de los antiguos pescadores canadienses bebiendo agua del río Rupert con la mano. La contaminación acabó con la costumbre en el tiempo. “Me acerqué a los alcaldes para poner en primer plano nuestra identidad hídrica, con la que estamos vinculados los humanos. El agua es un linaje compartido por generaciones”, dijo la ambientalista durante un panel de conversación sobre el documental.
El discurso sobre la preocupación por el estrés hídrico comenzó con “Brave Blue World” (2020), una película disponible en Netflix, y continúa con “Our Blue World” (2024). En el final de esta nueva cinta, Li An Phoa guía a las personas hacia el río Hudson en Nueva York en una ceremonia romántica de agradecimiento al agua. Así concluye el documental, acompañado por la música de “Your Blue Room” de Bono, el legendario músico de U2 y activista cuya canción fue sugerida por Liam Neeson para cerrar la película.
Un trabajo colaborativo
Backus y Cusqueña trabajan en el proyecto Amunas con la financiación de la Sociedad Alemana de Cooperación Internacional (Giz) a través del socio implementador Aquafondo y el gestionador de medición de agua The National Conservatory (TNC). Ellos se acercaron a los productores de “Brave Blue World” y BlueTech Research para exponer la restauración de los canales en Lima y, gracias a sus gestiones, se pudo incluir al Perú en el documental.
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